(ACI) Un proyecto de ley que eliminaría la mayoría de las restricciones legales sobre el aborto en Inglaterra y Gales, e impondría un régimen similar en Irlanda del Norte, ha pasado su primera etapa en la Cámara de los Comunes (diputados) del Reino Unido.
El proyecto para modificar la legislación actual fue presentado el 23 de octubre por la parlamentaria Diana Johnson y aprobado en su primera lectura en esta cámara con una votación de 208 contra 123.
Si la ley finalmente pasa por todas las etapas requeridas se despenalizaría el aborto en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Según la ley actual, el aborto en Irlanda del Norte es ilegal, a menos que se considere que la salud de la madre está en peligro.
Clare McCarthy, portavoz de la organización provida Right To Life UK, explicó a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que si bien el proyecto de ley se aprobó en las etapas legislativas iniciales, es poco probable que la Cámara de los Comunes asigne tiempo adicional para debatir o promover la segunda votación.
«Es muy poco probable que el proyecto de ley de Diana Johnson se convierta en ley, pero si estas propuestas extremas llegan al escenario del debate legislativo en la Cámara de Representantes, tenemos la esperanza de que los políticos de Westminster se unan en su contra con respecto a la opinión pública y la democracia en Irlanda del Norte», dijo McCarthy.
«Aunque esta moción tiene pocas posibilidades de convertirse en ley, los grupos provida de todo el Reino Unido reconocen el riesgo que representa esta medida extrema que amenaza la seguridad de las mujeres y sus bebés», agregó.
Por su parte, la parlamentaria Baroness O'Loan aseguró al Catholic Herald que «si estas propuestas tuvieran éxito, veríamos uno de los regímenes de aborto más extremos del mundo introducido en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte».
El proyecto de ley anularía la Ley de Aborto de 1967, que estableció un límite de 24 semanas en el procedimiento en Reino Unido y exige que las mujeres obtengan la aprobación de dos médicos para someterse a un aborto.
Al hablar durante el debate, la parlamentaria Fiona Bruce dijo que los cambios propuestos son «no solo inconstitucionales» sino también «inoportunos» dado el estado de las relaciones entre Inglaterra e Irlanda del Norte. En ese contexto advirtió que su aprobación «establecería un precedente constitucional peligroso».
Por otra parte, Bruce señaló que la mayoría de Irlanda del Norte no quiere el aborto legal.
En 2016, la mayoría de la población de esta provincia votó para mantener la actual ley de aborto. Una encuesta reciente realizada por ComRes muestra que aproximadamente dos tercios de las mujeres irlandesas creían que dependía de Irlanda del Norte, y no de las parlamentarias del resto del Reino Unido, decidir si el aborto debía ser legalizado.
Este número fue aún mayor entre las personas de 18 a 34 años. El 70% dijo que el Parlamento británico no debería dictar la ley del aborto en Irlanda del Norte.
Las encuestas adicionales de ComRes sugirieron que muchas personas en el Reino Unido se sienten incómodas con las actuales leyes del aborto. Un total del 70% de los encuestados estaba a favor de reducir el límite de 24 semanas para abortar en el Reino Unido, que se encuentra entre los más permisivos de Europa.
Más de 9 de cada 10 mujeres encuestadas dijeron que apoyan una prohibición explícita del aborto selectivo por sexo.
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