(Zenit) Así dice el Santo Padre en un mensaje enviado al Patriarca de Venecia, monseñor Francesco Moraglia, firmado por el Secretario de Estado Card. Pietro Parolin, con motivo de la iniciativa Venecia en rojo, que recuerda a los millones de cristianos perseguidos hoy y en particular modo Asia Bibi, cuya inocencia fue reconocida por la Corte Suprema de Pakistan el pasado 31 de octubre.
Hoy se iluminarán de rojo varios monumentos y canales de esta ciudad italiana en memoria de los mártires cristianos del pasado y del presente. Un evento que, se recuerda en el mensaje, «tiene el fin de sensibilizar la opinión pública sobre el drama de tanto cristianos perseguidos a causa de su fe».
Francisco expresa «su saludo cariñoso» a los jóvenes que participarán en la peregrinación diocesana, a las 18:15 horas, guiada por el Patriarca de Venecia, que precederá a la iluminación de la Basílica de la Virgen de la Salud, del tramo frente al Gran Canal, del Puente Rialto y de otros lugares simbólicos de la ciudad.
En el encuentro habrá una mención especial a Asia Bibi, y contará también con el testimonio de Mons. Botros Fahim Awad Hanna, obispo copto de Mynia, Egipto. Mañana, 21 de noviembre de 2018, se celebrará una Misa solemne en el Basílica del Longhena, presidida por Mons. Moraglia.
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