(Agencias) Betsaida, en la región de Galilea, es una de las ciudades más mencionadas en los evangelios. Allí nacieron los apóstoles San Pedro y San Andrés y allí se cree que Jesús llevó a cabo el milagro de los panes y los peces. No obstante, no hay consenso científico acerca de su localización exacta.
Ahora, un equipo de arqueólogos israelíes han realizado un descubrimiento clave para solucionar el misterio: los restos de un templo bizantino que piensan que se trata de la Iglesia de los Apóstoles. La tradición cristiana señala que fue erigido como homenaje sobre la casa de los hermanos discípulos de Jesús.
Los vestigios se encuentran en El Araj, entre los sitios bíblicos de Cafarnaún y Kursi, en los Altos del Golán. De acuerdo con Mordejai Aviam, que ha dirigido las excavaciones, la localización corresponde a la descripción del arzobispo bávaro Willibald de su viaje a Betsaida en 725, en la que afirmaba que se había construido una iglesia en el lugar donde habían vivido Pedro y Andrés y que ésta es la única que se ha encontrado.
«Solo actualizamos un tercio, o un poco menos, pero es una iglesia, estamos seguros» ha afirmado Aviam a AFP. «La estructura es la de una iglesia, las fechas (de construcción) son del período bizantino y los mosaicos son típicos de la época», ha continuado en una entrevista a Haaretz.
Durante las excavaciones, que comenzaron hace dos años, también han descubierto una aldea romana, con «cerámica, monedas, gres duro característico de las casas judías en el primer siglo», ha detallado el arqueólogo.
«Después del abandono del asentamiento a finales del período romano, el sitio fue cubierto por las inundaciones del río Jordán y las corrientes de agua al este de El Araj. En el período bizantino se erigió un complejo de edificios que puede haber incluido una iglesia», relataron los investigadores en su reporte. «Esto se afirma por elementos arquitectónicos típicos de una iglesia que se han descubierto en el sitio. Estos hallazgos coinciden con el testimonio de un peregrino cristiano llamado Willibald que pasó por esta área en el año 725. Afirma que visitó una iglesia en Betsaida que estaba sobre la casa de Pedro y Andrés».
El relato al que se hace referencia es el de Hunenbreg, una religiosa anglosajona que conoció al Obispo Willibald y pudo recolectar información sobre su peregrinación. «Luego fueron a Betsaida, el lugar nativo de Pedro y Andrés. Una iglesia ahora ocupa el sitio donde una vez estuvo su hogar», afirma el relato en el pasaje relacionado al descubrimiento. «Pasaron la noche allí, y a la mañana siguiente partieron hacia Corozaín, donde nuestro Señor curó al hombre poseído del diablo y condujo a los demonios a una manada de cerdos».
El templo se ha identificado como una edificación del período bizantino, con los mosaicos típicamente empleados en los edificios religiosos. Entre los vestigios hallados se encuentra un bloque de basalto de gran tamaño, de unos 300 kgs de peso, que tenía tres hendiduras talladas con delicadeza. Estos agujeros podrían haber albergado piezas de reliquias de los Apóstoles, siguiendo la tradición de poner reliquias de Santos bajo el altar.
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