(InfoCatólica) El cardenal venezolano indica que es «muy importante que el Sínodo tenga muy presente algo que es débil en el Instrumentum Laboris: las exigencias del mandato evangelizador de Cristo a los apóstoles y a la Iglesia entera».
Tras constatar que dicho mandato «está actualmente poco destacado en el Instrumentum Laboris», añade:
«Una Iglesia profética es una Iglesia que no solo proclama con fuerza la justicia social y defiende los derechos humanos, que dialoga y acompaña, sino que, sobre todo, anuncia a Cristo y evangeliza».
El purpurado propone hacerse eco la exhortación Evangelii Nuntiandi, de San Pablo VI, que «lamentablemente no ha sido citada en el texto».
Además de recordar en la segunda parte del artículo los errores antropológicos del IL, el cardenal Urosa denuncia que el mismo «tiene una cristología muy débil, pues casi no se presenta la persona de Cristo como el redentor y salvador de la humanidad. Pero además, propone una visión liberacionista y reductiva de la misión de la Iglesia».
El cardenal sostiene que un Instrumentum Laboris no puede ser un «documento para una asamblea de ONGs, sino de un Sínodo eclesial, de una asamblea importantísima de la Iglesia para ayudarla a vivir mejor su misión».
Tras indicar que el IL no ha sido criticado por la defensa que hace de una sana ecología y de los derechos de los indígenas y constatar que «no es un documento definitivo, ¡qué bueno hubiera sido que lo hubieran trabajado más! y hubieran procurado incorporar mejor esos aspectos de la doctrina católica, especialmente sobre Jesucristo y sobre la misión de la iglesia para evitar provocar dudas, polémica y hasta un fuerte rechazo» y sentencia: «El problema no es la ecología sino su débil eclesiología».
Como contraposición al IL, el cardenal Urosa destaca que el documento de Aparecida «abordó con fuerza el tema de la evangelización de los pueblos indígenas» y recuerda que fue presisamente el papa Francisco el presidente de la Comisión que redactó dicho documento:
«En este contexto, Aparecida es sin duda un estupendo punto de comparación y un elemento de iluminación para los Padres del Sínodo de Amazonia. En fin de cuentas, Aparecida fue elaborado colegial y sinodalmente por Obispos de toda América Latina y del Caribe, y por ende, también de las Iglesias de la Amazonia».
Texto completo de la segunda parte del análisis del IL por el cardenal Urosa, publicado originalmente en ACI Prensa.
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