(InfoCatólica) Mons Aquila indica que «quienes leen noticias relacionadas con el catolicismo saben que el Papa Francisco habló recientemente sobre el peligro del cisma dentro de la Iglesia. Le dijo a un periodista que reza porque no ocurra un cisma, pero también reconoció que es posible. «Es una elección que el Señor deja a la libertad humana», dijo el Papa, y agregó: «Rezo para que no suceda, ya que la salud espiritual de muchas personas está en juego».
El prelado asegura que «la libertad humana ha sido la causa de cismas en todo el mundo a lo largo de la historia de la Iglesia, y antes de la Iglesia, entre el pueblo de Israel. Sin embargo, como sabemos por las palabras de Cristo, es esencial que los creyentes permanezcan unidos».
«Desafortunadamente», añade, «los acontecimientos recientes en la Iglesia en Alemania, liderados por el cardenal Marx y la mayoría de los obispos alemanes, corren el riesgo de dañar la unidad de la Iglesia universal. Estos obispos y un grupo considerable de laicos planean celebrar un sínodo que tome votos vinculantes sobre si se deben cambiar asuntos doctrinales como la ordenación de mujeres, las bendiciones de las uniones del mismo sexo y los temas relacionados con la sexualidad».
Tas recordar que el Papa, en su carta de junio a los católicos alemanes, advirtió que cuando una comunidad eclesial intentar resolver los problemas por sí sola, al margen del resto de la Igelsia, termina agravando dichos problemas, Mons. Aquila indica que esto «se debe a que en los cismas no se escucha la voz de Dios y la voz auténtica del Espíritu Santo, que siempre mantiene nuestros ojos fijos en Jesucristo».
Y lamenta:
«Es decepcionante que los obispos alemanes se hayan comprometido en los últimos días a seguir adelante con sus planes, a pesar de la intervención del Papa Francisco y una carta del cardenal Marc Ouellet que calificó su propuesta como "eclesiológicamente no válida"».
El arzobispo lanza además una advertencia a la Iglesia en Alemania:
«Solo hay que mirar la historia de las comunidades protestantes que se están separando constantemente entre sí por cuestiones doctrinales, para ver el resultado de reemplazar la fe por creencias socialmente aceptables».
Enlace artículo de Mons. Samuel Aquila
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