«Cambio de ideas sí, pero no insultos»
El cardenal Juan Luis Cipriani destacó el comunicado de la Conferencia Episcopal, donde se señalaba que la unión civil entre homosexuales distorsiona la identidad de las familias. Lamentó las críticas que ha recibido por plantear un referéndum en el país para resolver dos temas polémicos: la unión civil y el aborto terapéutico. «He escuchado un griterío para que la Iglesia no hable y eso es un error», afirmó.
06/04/14 10:03 AM | Imprimir | Enviar
(El Comercio/InfoCatólica) El cardenal invocó a la tolerancia en el debate sobre la Unión civil. «Cambio de ideas sí, pero no insultos», expresó.
«(...) Se intentó en tantas épocas silenciar la voz de la Iglesia. [Ahora se dice] usted no intervenga en los asuntos relativos a la vida y al comportamiento de los ciudadanos, no quiero que hable usted señor Cardenal», señaló. «¿No hay lugar para Dios? [Se dice] Dios a la sacristía, no nos molestes», preguntó.
Según subrayó, la Iglesia tiene todo el derecho de expresarse sobre valores como la vida y el matrimonio y no se le puede descalificar. «Yo no hablo de política, esa es una crítica muy fácil. Cambio de ideas sí, pero no los insultos, los perdono con serenidad. Vale la pena ser más tolerantes. [Incluso] hoy me compara un querido amigo con Hitler, hace falta mucha creatividad [para eso]», continuó.
Cipriani también reiteró cuál es la postura de la Iglesia sobre estos temas. «Hay que reconocer que hay una libertad, pero una pregunta: qué viene primero la libertad o la vida, sino hay vida no hay libertad. Cuando se habla del aborto, tú eres libre de evitar que una persona viva y por lo tanto que no sea libre».
«Si no te gusta la carta que te escribo no la leas, pero no mates al cartero. Hay que aprender si queremos ser sociedad plural y democrática. No tengamos tanto temor a escuchar que hay un plan de Dios», pidió en su programa radial.
La máxima autoridad eclesiástica también indicó que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, pero actualmente en el mundo se pretende abrir la puerta para el matrimonio de homosexuales. Al ser consultado por la actitud de la Iglesia frente a este grupo de personas, respondió: «No es la opción correcta, no los despreciamos, no los sacamos de la sociedad, pero sí hay que conducirlos a respetar el camino natural. Se dice que es parte del progreso de la modernidad. Yo digo que es una señal de la sociedad contemporánea». Además, consideró que hoy pueden acceder beneficios sin necesidad de llegar a la unión civil.
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