(Gaudium Press/InfoCatólica) El este de África y la cuenca del Lago Chad padece una situación extrema a causa de la sequía, con regiones afectadas por hambruna y la extensión de enfermedades que han originado las alarmas de los servicios de asistencia, según informó Cáritas Internationalis.
«Estamos sobreextendidos y mientras hablamos estamos recibiendo más pacientes», reportó el Dr. Mohamed Dahir, quien sirve en Somalia y trata casos avanzados de malnutrición.
La región de Gedo en el centro sur de Somalia está recibiendo a numerosas personas que huyen de las regiones más secas y que tampoco hallan comida suficiente a su llegada. Los servicios caritativos no cuentan con los recursos suficientes para atender a los recién llegados y los casos de cólera en aumento en el país complica la situación.
«El acceso reducido al agua contribuye directamente a la desnutrición aumentando el riesgo de infección», explicó el Dr. Dahir, quien reportó casos de graves malestares digestivos, además de los brotes de cólera que afectan la región. La organización Trócaire, afiliada a Cáritas, apoya siete complejos y tres programas de salud y nutrición en la región de Gedo. Las familias afectadas reciben un alimento con base harina de maíz para apoyar su nutrición.
En el Sur de Sudán, la hambruna declarada en varias partes del país es producto de la violencia que no ha podido detenerse y que agrava la baja disponibilidad de agua potable y sistemas de manejo de desechos. Los primeros casos de cólera en el país se registraron en la capital, Juba, en junio de 2016 y desde entonces se han contabilizado más de 5.000 casos. Los cálculos de Cáritas advierten sobre peligro inminente de muerte por inanición de cerca de 100 mil personas si no se toman medidas inmediatas de apoyo.
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