(Actuall/InfoCatólica) La provincia canadiense de Ontario ha visto como en los últimos dos años el número de personas que quieren someterse a una cirugía de reasignación de sexo se ha disparado de forma sustancial.
La cifras no dejan lugar a dudas: si entre el periodo de 2014 a 2015 se realizaron 195 operaciones, dos años más tarde, de 2016 a 2017, el dato se ha disparado por siete hasta las 1.395 intervenciones quirúrgicas, según datos del ministerio de sanidad canadiense.
Hay dos motivos que han propiciado este considerable aumento de personas transgénero que desean operarse. El primero es que se trata de una intervención «gratuita», ya que la asume el sistema de seguridad social canadiense, a costa de los impuestos de todos los canadienses.
Esto ha supuesto también un aumento en el gasto previsto para estas intervenciones de 4,37 millones de dólares canadienses, cuando dos años antes era de 2,2 millones.
El otro motivo es la «liberalización» de este mercado. Y es que en marzo de 2016, el ministro de Salud, Eric Hoskins, modificó las regulaciones de Ontario para aprobar estas «reasignaciones de sexo».
Se pasó de necesitar la aprobación del Centro para la Adicción y la Salud Mental para someterse al tratamiento, a tan solo ser necesario el visto bueno de las consultas médicas en la provincia.
Es decir, de aquellos centros que se dediquen a realizar este tipo de operaciones. Lo «curioso» del caso no radica solo en el aumento de demandantes, sino sobre todo en el incremento de las peticiones de licencia por parte de centros médicos. Hasta 250 en un año. Hay mucho dinero en juego.
Pero el ministro de Sanidad del «premier» Justin Trudeau no se ha quedado atrás, y ya planea como ofrecer más servicios «gratuitos» de esta índole.
Para el 2018, ha prometido que las cirugías de vaginoplastia (la construcción de una vagina) y la metoidioplastia (la construcción de un pene) serán accesibles en Ontario, pues hasta ahora solo se realizan en Quebec y EEUU.
Canadá se ha convertido en uno de los países abanderados de la ideología LGTB, y concretamente la provincia de Ontario, cuyo gobierno podrá quitar la patria potestad a los padres que se opongan al adoctrinamiento LGTB.
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