(SIC) Desde 2010 Manos Unidas ha financiado 21 proyectos en Benín, Brasil, India, Laos, Tailandia y Vietnam, especializados en rescatar y reinsertar a las víctimas de trata.
El próximo lunes 30 de julio se celebra el Día Mundial contra la Trata con el objetivo de concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano con fines de explotación económica y comercial y promocionar y proteger sus derechos.Esta jornada de reflexión y sensibilización fue establecida por la ONU en 2013 para impulsar una «respuesta internacional, colectiva y global» ante esta grave situación, considerada una nueva forma de esclavitud.
Desde Manos Unidas se llama la atención sobre el hecho de que las víctimas del tráfico de personas, se ven sometidas a las más diversas formas de explotación y abusos, como la prostitución, trabajos forzados, mendicidad, servidumbre, matrimonio forzado y trasplante de órganos, entre otras. Pero, además, desde la ONG y como parte de su lucha contra la pobreza y sus causas, se trabaja también para prevenir la trata, un delito y una de las más graves vulneraciones de los Derechos Humanos que es considerada una nueva forma de esclavitud o «esclavitud moderna». Y desde Manos Unidas se destaca que en el origen de esta situación está la pobreza y la falta de educación que existe en numerosos lugares del mundo.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso, cifra que incluye las víctimas de trata para la explotación laboral y sexual. Aproximadamente un 30% de las víctimas de la trata son niños, y un 70% son mujeres y niñas. Este es un problema global ya que todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino. Así, se han podido identificar víctimas hasta de 152 nacionalidades localizadas en 124 países del mundo y que se mueven a través de hasta 510 corrientes intrarregionales y transnacionales que, en el 5% de los casos, atraviesan el mundo entero y que tienen por víctimas a las personas de las regiones más pobres de Asia Oriental y Meridional y del África subsahariana.
Para luchar contra esta grave situación que fue definida por el abolicionista John Wesley como «la execrable suma de todas las villanías» y por el papa Francisco como «una plaga vergonzosa», Manos Unidas ha apoyado con 1.405.458 € en los últimos 8 años la realización de 21 proyectos especializados en la prevención del tráfico humano y el rescate y reinserción social y familiar de sus víctimas en países como Benín, Brasil, India, Laos, Tailandia y Vietnam.
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