(Vatican News) «Es una visita muy esperada, especialmente en estos días cuando recordamos el nacimiento del Salvador.» Con estas palabras, Mons. Shlemon Warduni, obispo auxiliar de Bagdad, comenta la llegada del Cardenal Pietro Parolin a Irak.
El Secretario de Estado del Vaticano se reune en esta visita con representantes del gobierno iraquí y representantes de las iglesias orientales. Junto con el Cardenal Patriarca de Babilonia de los caldeos Louis Raphael Sako, concelebró la Santa Misa en Nochebuena, en la Catedral Caldea de San José, en el distrito de Karrada. El cardenal, entre otras cosas, también visitó la Iglesia Católica Siria de Nuestra Señora de la Salvación, donde en 2010 decenas de fieles y dos sacerdotes fueron bárbaramente asesinados por un comando terrorista, así como lugares que simbolizan Bagdad y organizaciones caritativas.
El 26 de diciembre, el cardenal estará en Erbil, donde se reunirá con representantes del gobierno de la provincia autónoma del Kurdistán iraquí y de donde partirá para visitar la llanura de Nínive y celebrar la Santa Misa en la ciudad de Qaraqosh.
Oriente Medio se está vaciando de cristianos
Shlemon Warduni señala que la visita del Secretario de Estado representa una señal de aliento para todos los cristianos en Irak, una presencia que desafortunadamente es cada vez más escasa. «Casi un millón de cristianos han abandonado Irak», aclara, «una nación que ha visto la presencia de cristianos durante más de dos mil años». El prelado denuncia la voluntad de «vaciar de cristianos al Oriente Medio», pero, al mismo tiempo, señala que la pequeña comunidad tiene «confianza en el Señor Jesús» y saca de él «la fuerza para permanecer», en sintonía con la voluntad del Padre celestial.
Oremos por la paz y por la visita del Papa Francisco
En un mundo desgarrado por las guerras, donde «la distancia de Dios» es evidente, «donde la inmoralidad aumenta» y sólo «se busca dinero», el obispo auxiliar de Bagdad espera que el amor del Niño Jesús pueda iluminar los corazones de los hombres. En cuanto a Iraq, reconoce que se han dado muchos pasos y que la situación ha mejorado, pero aún carece de la paz plena a la que aspiran todos los iraquíes. «Rezaremos juntos con el Cardenal Parolin», concluye el prelado, «Él nos traerá la bendición del Santo Padre» y todos nosotros «esperamos y esperamos» poder recibir pronto al Papa Francisco en Irak.
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