(Agencias/InfoCatólica) Según la Santa Sede las normas adoptadas parecen «minimizar los derechos humanos, cruciales para reflejar el rostro humano del calentamiento global que afecta a las personas más vulnerables de la Tierra».
«Su llanto y el de la Tierra requieren más ambición y más urgencia», aseguran desde el Vaticano.
«No hay una crisis ecológica y una crisis social, solo hay una crisis: la del futuro de la vida en la Tierra», explicó el 18 de diciembre el P. Bruno-Marie Duffé, Secretario del Dicasterio para el Departamento de Desarrollo Humano Integral y miembro de la delegación en la COP24. «No hemos tomado medidas urgentes, no podemos tomar una decisión colectiva», lamentó.
Para el P. Duffé, las conclusiones de la COP24 se explican por el hecho de que «los intereses geoestratégicos, geopolíticos y económicos tienen prioridad sobre estas decisiones de solidaridad humana». «No es solo una cuestión de debate, sino de decidir, es decir, una opción para el futuro».
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