(Sobrarbe Digital) Este año la Jornada Mariana contó con la presencia de Mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao, quien habló a las familias del amor y entrega que generan vida y de unos hijos que puedan transformar el mundo, y afronten las dificultades desde la indigencia personal, la fe y la confianza. Mons. Iceta ve la familia como «don de Dios» y «regalo presidido por el amor, la alegría y la esperanza».
Junto a autoridades locales, destacó la actuación del Coro del Colegio Tajamar (Madrid), la de Los Titiriteros de Binéfar, la Asociación de Empresarios del Somontano de Barbastro, Cruz Roja de Monzón y Graus, y efectivos de la Comandancia de Huesca de la Guardia Civil.
Mensaje del Papa Francisco
En un mensaje dirigido a los participantes de esta edición, el Papa Francisco les pide «edificar una sociedad armoniosa en la búsqueda del bien común» y anima a «contribuir al fortalecimiento y desarrollo de la que es célula básica de la sociedad». El Papa pide a los presentes su oración por «el fruto de su ministerio al servicio de toda la Iglesia».
Con las familias que sufren
En su homilía, el obispo de Bilbao pidió «acoger y servir a niños que no tienen familia, a familias que sufren, a enfermos y ancianos, a los heridos de la vida, a los excluidos y descartados, a los empobrecidos e inmigrantes».
Monseñor Iceta subrayó la necesidad de que «vuestras familias sean acogedoras, sensibles a las necesidades de los demás». Alabó a las madres, que «tienen un don especial para percibir las necesidades y sufrimientos, que nos enseñan a mirar de un modo nuevo».
Con palabras del Papa Francisco recordó que «cada uno, con sus cualidades, dones y carismas es para los demás» y que «somos mendigos que necesitamos apasionadamente ser amados».
Pedir y ofrecer perdón
El prelado impulsó al optimismo y señaló que «la aventura de la vida es una iniciativa suya (de Dios), no nuestra. No olvidemos nunca: Dios con nosotros».
Iceta encareció la necesidad de cultivar la oración personal y familiar, con la práctica de los sacramentos, como la confesión y la eucaristía, que «es fuente inagotable de amor».
Destacó que «es fundamental saber reconocer las faltas, pedir perdón y ofrecer el perdón».
El obispo recordó también a «las familias que atraviesan momentos de dificultad y de cruz» y pidió «no vivir solos en el sufrimiento», ya que Dios «nos espera para acompañarnos y sostenernos».
«Estemos todos atentos –añadió- a las necesidades de las familias que atraviesan dificultades y prestémonos a colaborar en la medida que lo necesiten de modo concreto y siempre con delicadeza y humildad, de modo que la esperanza nunca se apague».
Foco espiritual y de desarrollo
Entre las autoridades, Angel Vidal, alcalde de Secastilla, destacó que «ha sido una jornada con muchísima gente, una convocatoria extraordinaria para dar a conocer el territorio, que es una zona de gran belleza natural y pueblos excelentes».
Por su parte, Isabel Blasco, subdelegada del Gobierno, destacó su satisfacción por estar en Torreciudad, que es «un lugar muy importante para la provincia, como foco de desarrollo, al que acuden ciudadanos de todo el mundo y es un escaparate de nuestros valores y potencialidades. Y nos gusta que sigan visitando otros focos de la provincia».
Antonio Campo Olivar, concejal del Ayuntamiento de Barbastro, dijo que «es una jornada muy emotiva y entrañable, llena de devoción». Campo, en nombre del Alcalde, Fernando Torres, señaló que «trabajaremos para reforzar los lazos que siempre ha habido con Torreciudad».
Roque Vicente, concejal grausino y diputado provincial, declaró que «es una jornada que pone en valor la familia, como núcleo central de la sociedad, y es una satisfacción que Torreciudad nos invite. Tenemos objetivos comunes y el santuario es una de nuestras referencias. Por tanto, esa colaboración beneficiará a todos. En la diversidad del territorio está su riqueza».
Por su parte, Antonio Quintana, del Patronato de Torreciudad, agradeció la colaboración de las instituciones y confirmó «la colaboración y mejor predisposición para contribuir al desarrollo de las comarcas».
Ofrendas a la Virgen
La Virgen de Torreciudad recibió numerosas ofrendas de los participantes, especialmente productos solidarios para los más necesitados, así como frutos del campo y comestibles, que se reparten en centros asistenciales. Algunas ofrendas fueron aceite y vino (Córdoba), horchata y fartons (Valencia), incienso de Sevilla, melocotones de Lleida, uvas de Aspe, y otras de Alcorcón, Cartagena, Valladolid, Pamplona, Jaén, Terrassa, Pozuelo y Alcobendas.
La Asociación de Empresarios del Somontano de Barbastro gestionó la exposición de productos típicos de la tierra e información sobre turismo religioso con varios establecimientos y lugares de interés.
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