(Fides) A pesar del silencio, los familiares y los hermanos de congregación del misionero siguen esperando en oración continua por su liberación.
«Mi primera experiencia de vida sacerdotal en la comunidad con un hermano SMA, que acababa de ser ordenado sacerdote en diciembre de 2015, fue con el padre Gigi», explica el padre John Arokiya Dass, misionero indio de SMA. «Viví con él los primeros tres años del sacerdocio hasta esa tarde del 17 de septiembre de 2018».
El padre Dass recordó esos terribles días: «el 7 de septiembre, Gigi había regresado a Niamey de vacaciones en Italia y el 12 fue a Bomoanga y planeamos el año pastoral 2018-19. El domingo 16 de septiembre, al regresar de una misión, tuve una crisis de malaria y él me cuidó. El 17 después de celebrar la misa, volvió para prepararme la comida. Me pidió que descansara y volvió a su habitación. Alrededor de las nueve y media de la noche, escuché a personas que entraban a nuestro complejo gritando pero pensé que era algún poseído que él habría traído para curar. Escuché a Gigi repetir «sortez, sortez», después escuché disparos. Nuestro cocinero me llamó para decirme que Gigi había sido secuestrado y me pidió que no saliera de mi habitación. Comencé a llamar para informar sobre el incidente. Al día siguiente me pidieron que me quedara en una de las casas de los feligreses en el pueblo».
«Toda la diócesis de Niamey continuaba en estado de shock cuando se me pidió que abandonara la parroquia y me quedara en Niamey. Dos meses después, en diciembre, me uní a los sacerdotes de Makalondi, aunque a menudo iba a Bomoanga e intentaba hacer las cosas como lo hacía Gigi. En esa ocasión me di cuenta de lo difícil que es acompañar y cuidar a los enfermos».
«No sé dónde ni cómo está hoy», concluye el padre Dass, pero estoy seguro que un día el padre Gigi volverá a nosotros y continuará viviendo la misión, inspirará a muchos corazones jóvenes y traerá muchas almas a la luz de Cristo. No podemos cambiar el pasado, pero creemos firmemente que con nuestras oraciones un día Dios ciertamente salvará al padre Luigi de las manos de los secuestradores y lo enviará de vuelta a nosotros».
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