Catorce milicianos y tres policías murieron el pasado 21 de diciembre en unos enfrentamientos en Lisala, en el noroeste de República Democrática del Congo (RDC), según declaró al día siguiente a la agencia AFP el gobernador de la provincia de Mongala, Bienvenu Esimba. “El balance de los enfrentamientos es de 14 milicianos de la secta político-religiosa y tres policías abatidos”, declaró Esimba.
Los choques fueron provocados por el ataque de adeptos de una secta milenarista cuyo gurú, Wami-Nene –que perdió la vida el día 21–, veía en el fin del mandato de Joseph Kabila, el 20 de diciembre, el principio del fin de los tiempos, tal como indicaron Esimba y un sacerdote católico local.
Según Esimba, los milicianos de la secta, armados con Kalashnikov AK-47, quemaron 47 viviendas, atacaron un mercado y asaltaron los locales de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), una institución “inútil”, según ellos. Los enfrentamientos, que empezaron antes de las 9 de la mañana locales, habían terminado a media mañana, precisó el gobernador.“Los policías no pudieron atraparlo [al gurú] porque parecía invulnerable. Fue necesaria la intervención de los militares para neutralizarlo”, declaró Esimba, quien agregó que las fuerzas de seguridad habían “actuado en situación de legítima defensa”. La situación había vuelto a la normalidad el día 22 por la mañana, precisó.
La agencia Efe da más detalles, y señala que la secta no era otra que el kimbanguismo, formada por los seguidores del líder espiritual congolés Simon Kimbangu. Por lo que publican algunos medios, no queda claro si es así, o solamente un grupo que reivindica la herencia espiritual de Kimbangu (que es lo más probable). El Ministerio Provincial ordenó a la Policía que desalojara el lugar de reunión de los fieles, razón que originó la disputa violenta entre las partes.
Casi cuatro mil seguidores de este movimiento, entre ellos mujeres y niños, estaban viviendo en condiciones deplorables, según declaró el ministro del interior provincial de Mongala, Jean-Pierre Alakani, a la radio local Okapi. Fuentes independientes apuntan, sin embargo, que el balance de muertos ronda las 20 personas.
Situada a orillas del río Congo, en pleno bosque ecuatorial, a unos 1.000 kilómetros al noreste de Kinshasa, Lisala es la capital de la provincia de Mongala.
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