(El Mundo/InfoCatólica) Un nuevo tratamiento experimental en el que participa un grupo de científicos del Institut de Recerca de Vall d'Hebron (Barcelona) parece abrir una puerta de esperanza para el bebé británico Charlie Gard, a quien iban a desconectar de las máquinas que le mantienen con vida después de que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo avalase su muerte «digna».
El bebé, de apenas 10 meses, tiene una enfermedad genética incurable llamada síndrome de agotamiento mitocondrial que le causa daño cerebral grave: apenas se mueve y no puede ni llorar ni oír.
En contra de la voluntad de sus padres, Chris Gard y Connie Yates, el bebé iba a ser desconectado el viernes pasado, fecha en la que el hospital donde está ingresado el menor, el Great Ormond Street Hospital for Children de Londres, lanzó un comunicado en el que pedía una nueva audiencia al Tribunal Supremo «ante nuevas evidencias relacionadas con tratamientos potenciales para su condición». El hospital informó a los padres, quienes estuvieron de acuerdo con la decisión. «Dos hospitales internacionales y sus investigadores nos han comunicado en las últimas 24 horas que tienen nuevas evidencias sobre los tratamientos experimentales propuestos», informó el hospital en su comunicado. «Y creemos, junto con los padres de Charlie, que es preciso estudiar estas evidencias», añadió.
El mismo viernes, el diario inglés Daily Mail señaló que médicos de Reino Unido, España, Italia y Estados Unidos habían enviado una carta al hospital inglés en la que se informaba del tratamiento. En ella, explicaban que la terapia era experimental y que debería probarse antes en ratones. No obstante, añadían en la carta que se disponía de tiempo insuficiente para llevar a cabo los estudios que justificasen el tratamiento para el bebé. Fuentes del hospital barcelonés han confirmado a «El Mundo» la existencia de este tratamiento y de la carta enviada al hospital de Londres donde está ingresado en bebé desde octubre del año pasado, pero señalan que no saben quién ha podido hacer pública la carta, ya que ésta fue enviada exclusivamente al hospital.
Desde el Great Ormond Street Hospital for Children indican a este periódico que no pueden desvelar más información de la que aparece en el comunicado publicado en su página web.
En declaraciones al diario inglés, uno de los investigadores españoles, Ramon Martí, jefe de Patología Neuromuscular y Mitocondrial del Hospital Vall D'Hebron, ha indicado que, como experto, cree que este tratamiento podría funcionar, pero dijo que no se involucraría en la decisión final porque eso «depende de otros factores que desconoce».
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