Sentados en traje y corbata frente a un impresionante paisaje de nieve y abetos, los participantes en el foro de Davos escuchan a la maestra de meditación Jayanti Kirpalani, que les explica con voz suave cómo encontrar la paz interior, según informa AFP.
“La paz no está fuera, sino dentro de vosotros”, dice Kirpalani durante una de las sesiones matinales de meditación que organiza el Foro Económico Mundial (WEF), una práctica que interesa cada vez más a los ejecutivos del planeta.
Los trajes oscuros de los participantes de esta reunión anual de la élite mundial contrastan con el vestido de la maestra, blanco como la nieve que se ve a través de la ventana en un día soleado.
Así relata AFP la sesión de Jayanti Kirpalani, miembro de la secta de origen hindú Brahma Kumaris, como una pausa en la agitación del foro económico, como una mera anécdota. Sin embargo, la autodenominada “Universidad Espiritual Brahma Kumaris” ha sido acusada por muchos ex adeptos de ser una secta que ejerce una intensa manipulación mental sobre sus seguidores.
“Autenticidad” de la meditación
“Hace diez años era impensable que hubiera sesiones de meditación matinales”, explicó a la AFP Matthieu Ricard, un monje budista francés cercano al dalái lama que participa cada año en el encuentro en la pequeña estación de esquí suiza. “Ahora que la meditación está de moda, hay que garantizar un mínimo de autenticidad”, advierte.
La salud y el estrés en el trabajo son uno de los temas tratados en numerosos seminarios del foro. El primer ministro indio Narendra Modi, que abrió oficialmente el foro, no dudó en ir a Suiza acompañado de dos yoguis y también elogió en su discurso la ayurveda, una forma de medicina tradicional.
Por su parte el monje budista quiere reunirse con los gigantes de la tecnología, como Google, que alientan a sus empleados a practicar el llamado “mindfulness”, la plena conciencia. “Hay un interés muy fuerte porque la gente es consciente de que en las empresas hay un problema creciente de desgaste profesional y una deterioro de las relaciones humanas”, dijo el monje, vistiendo su tradicional túnica naranja y roja.
Mindfulness contra estrés y depresión
Según un estudio publicado por el WEF, cerca de 320 millones de personas en el mundo sufren depresión. En Gran Bretaña, el instituto Mindfulness Initiative considera que las cuestiones de salud mental generan cada año 70 millones de jornadas de baja médica en el trabajo.
Este instituto, creado en 2013, hizo que muchos diputados británicos descubrieran esta práctica. Desde entonces otros países han creado centros de “mindfulness”. La llamada “plena conciencia” tiene el objetivo de concentrarse únicamente sobre lo que pasa en el presente, en su cuerpo y en su mente y en entorno inmediato, explica un centro francés que la promueve.
En el trabajo, favorece la concentración y mejora el bienestar gracias a la pausa de “regeneración” que permiten alejarse de las situaciones de estrés, según el centro. “Es por esto que [el mindfulness] despega en Silicon Valley, donde la gente quieren estar al máximo de sus capacidades pero al mismo tiempo ser felices”, explica a la AFP el director de Mindfulness Initiative. En 2015, el parlamento británico incluso publicó un informe que recomendaba los programas de plena conciencia, en particular en las empresas.
No se señala que hay una calculada ambigüedad en la publicidad del mindfulness, que oculta muchas veces su origen budista y su contenido religioso, para venderse como una mera técnica psicológica. Y olvida AFP referirse a los estudios que advierten de los riesgos que entraña su práctica. Por otra parte, algunos autores han señalado su incompatibilidad con la fe cristiana, debido precisamente a su carácter netamente religioso.
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