(El País) «Exigimos que las elecciones presidenciales sean convocadas con una adecuada anticipación, con la participación de todos los actores políticos venezolanos y con todas las garantías que corresponda, incluida la participación de observadores internacionales independientes. Unas elecciones que no cumplan estas condiciones carecerán de legitimidad y credibilidad», apunta el comunicado del Grupo de Lima, que firman los Gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
Los principales países de la región incidieron en que la Asamblea Nacional Constituyente, quien anunció la convocatoria de elecciones, carece de «legitimidad». «Condenamos las medidas que ha adoptado y que han resultado en la profundización del conflicto social y en el menoscabo de las libertades en Venezuela», añade el comunicado.
Poco después de conocerse la reacción conjunta, el Gobierno de México anunció que abandona la negociación entre el chavismo y la oposición en República Dominicana, en la que ejercía como país garante junto a Chile, Bolivia, Nicaragua y Santa Lucía. «La fecha de la elección era una de las cosas más importantes que ahí se negociaban, y no se había llegado a un acuerdo al respecto. El anuncio de hoy en Caracas es lamentable porque acaba con la seriedad del proceso de negociación», ha asegurado el canciller mexicano, Luis Videgaray. Las conversaciones entre el Gobierno y el chavismo, iniciadas el pasado septiembre en República Dominicana, apenas han registrado avances y cada cita está precedida por un manto de incertidumbre y continuos reproches de las dos partes.
La reacción del Grupo de Lima, los países latinoamericanos que mantienen una postura crítica con el devenir de Venezuela y que aúnan esfuerzos tras fracasar los intentos de lograr una salida en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA), pone en aprietos a la oposición venezolana y obliga a que muevan ficha. Una buena parte de los críticos con el chavismo se han volcado durante meses en lograr el apoyo diplomático de la comunidad internacional, empezando por los países de la región que ahora rechazan las selecciones. No obstante, hay un sector de la oposición convencido de que cuentan con suficiente apoyo popular como para acudir a las urnas, lo que implicaría el reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente y el Consejo Nacional Electoral que tantas veces han criticado.
Las elecciones presidenciales venezolanas, anunciadas este martes, coincidirán, e incidirán también, con los comicios de México y Colombia.
A falta de concretarse la fecha de las elecciones venezolanas, estas coincidirán con la sucesión de Raúl Castro en Cuba, prevista para el 19 de abril, después de posponerse dos meses y con la celebración, el 13 y 14 del mismo mes, de la Cumbre de las Américas, en Perú, a la que están convocados los jefes de Estado del continente, incluido el estadounidense, Donald Trump. Pese a que el tema central de la cumbre es el combate a la corrupción, la crisis de Venezuela, como ya ocurrió en otras cumbres recientes, capitalizará el debate.
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