(Gaudium Press/Alfa y Omega) Por primera vez y de manera excepcional, se podrán visitar en el Vaticano las catacumbas de San Pancracio, San Alejandro y San Lorenzo y se habilitará de manera gratuita la visita a las catacumbas de San Calixto, San Sebastián, Santa Domitila, Priscila, Santa Inés y Santos Marcelino y Pedro. La jornada especial fue designada para el sábado 13 de octubre, víspera de la canonización del Papa Pablo VI, quien visitó una de estas catacumbas el 12 de septiembre de 1965.
La intención de la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra de la Santa Sede es aumentar la importancia y la valoración de las catacumbas para los peregrinos. «Las catacumbas ya no entraban en los circuitos de peregrinación a Roma, cuando en el pasado eran una etapa casi obligatoria», indicó el Secretario de la Comisión Pontificia, Pasquale Iacobone. «Se ha estado discutiendo sobre la identidad de Europa y sus raíces cristianas. Y, si existe un lugar donde esas raíces se pueden ver y hasta tocar con las manos, es precisamente en las catacumbas».
La apertura de catacumbas hasta este momento fuera del alcance de los fieles permite también mostrar el avance de las investigaciones que aún continúan en estos lugares, vestigios de la vida de fe de los primeros cristianos bajo la persecución del Imperio Romano. «Tenemos muchos datos sobre la procedencia de la población enterrada en las catacumbas, sobre su edad y la causa de su muerte, sobre su vida cotidiana y los vínculos que los unían», relató Iacobone.«El hecho mismo de que se construyeran las catacumbas significa que en las primeras comunidades cristianas había un espíritu de caridad, de solidaridad, de asociación, que hoy tal vez hayamos perdido».
«Estamos aquí para beber en las fuentes, para reencontrar la energía fresca del origen», predicó el Beato Papa Pablo VI en su Eucaristía en la catacumba de Santa Domitila. La importancia de las catacumbas trasciende el valor histórico y artístico y pueden servir de inspiración para los creyentes del día de hoy, agregó Iacoboni: «En lo religioso transmiten un mensaje de confianza. Son cementerios, pero en ellas todo habla de vida y esperanza».
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