(The Moscow Times/InfoCatólica) Rusia legalizó el aborto en 1955 y tiene la segunda tasa más alta de abortos en el mundo después de China. Si bien el movimiento provida ruso no ha logrado cambiar apenas nada de la ley, ha cobrado impulso en los últimos años gracias al resurgimiento de la Iglesia ortodoxa como una poderosa fuerza de influencia en política.
«Lo primero que debemos hacer es eliminar el tema del aborto en la medida en que existe», dijo el patriarca Kirill en un evento pro-vida en Moscú celebrado el pasado domingo.
El patriarca indicó que con un millón menos de abortos al año, la población rusa podría alcanzar los 156 millones en la próxima década y los 166 millones en 20 años.
El país ha lidiado con una crisis demográfica en los últimos años, con su población disminuyendo durante toda una década, siendo actualmente de 146.8 millones.
Más muertes por aborto que por la IIGM
Las palabras del Patriarca se añaden a las recientes declaraciones del arzobispo Dmitry Smirnov, responsable de la pastoral familia del patriarcado, quien aseguró que Rusia ha sufrido por el aborto más pérdidas humanas que las que tuvo durante la Segunda Guerra Mundial.
«El asesinato masivo de niños rusos por parte de la población rusa es peor que el Holocausto», dijo Smirnov.
Al comparar los abortos con las víctimas de la guerra en una conferencia sobre derechos reproductivos, Smirnov dijo: «¿Cuántos hemos matado? Más que en la Segunda Guerra Mundial».
Se estima que 27 millones de rusos, tanto militares como civiles, murieron en lo que en el país se conoce como la Gran Guerra Patria.
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