(CIS) En el texto, los obispos advierten de «la capacidad que tienen los entornos digitales para modificar las percepciones y las decisiones libres en aquellos contextos en los que son los ciudadanos los que tienen la capacidad de tomar decisiones de largo alcance». Para más adelante alertar como «los intereses particulares y ocultos de unos movilizan los recursos digitales suficientes para transformar las percepciones de quienes tienen que elegir y modificar sus decisiones».
Ante este panorama, los obispos indican que «la única alternativa consiste en redoblar la formación social de los ciudadanos, haciéndoles conscientes de la responsabilidad que tienen sobre el bien común, no sólo con sus opciones y decisiones sobre el gobierno de lo público sino también con sus acciones positivas en favor de los otros.»
Advierten, al tiempo, que «sin la implicación personal en los proyectos comunes y sin el estudio de las decisiones sobre las cuestiones que se someten a elección, es muy fácil dejarse llevar por la manipulación que medios, instituciones y personas realizan en el ambiente digital». Para más adelante indicar una preocupación, cuando escriben como «la red se ha llenado también de irrealidades que impiden encontrar el bien que uno busca. La verdad se ha hecho, de tan costosa, casi inaccesible.»
Ante las situaciones descritas: debilitamiento de las relaciones personales, la manipulación de las opciones sociales y el bien común, o la dificultad creciente para acceder a la verdad, y haciendo a la vez mención del mensaje «Somos miembros unos de otros (Ef 4,25). De las comunidades en las redes sociales a la comunidad humana» , que también para esta jornada presentará en enero pasado el papa Francisco, los obispos españoles detallan ahora que «no somos totalmente dueños de nosotros mismos, me debo también a los otros, nos debemos unos a otros: los demás me necesitan para ser ellos mismos». Una convicción que a los obispos de la comisión de medios les trae el recuerdo de las primeras comunidades cristianas que en los primeros siglos lo vivieron así, «impresionando y transformando su tiempo».
Y dejan una recomendación para la reflexión en esta Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales 2019: «La red debe ser poblada de nuevas comunidades cristianas con los mismos rasgos de aquellas primeras comunidades: lugares de comunión y celebración de la palabra, espacios para el aliento y la compañía ante las dificultades, ambientes en los que se organiza y se prepara la misión, como anuncio del verbo de Dios encarnado».
Mensaje de los obispos de la Comisión de Medios de Comunicación 2019
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