(VATICAN NEWS) Estos 2800 refugiados, han encontrado con la Comunidad de San Egidio una vía alternativa legal, saliendo en aviones directamente de los campos de refugiados para llegar a Italia, ya con sus visas y evitar el viaje de la muerte: Cruzar el Mediterráneo en balsas, y evitar pagar a los traficantes de seres humanos que les «ayudan a cruzar el Mar».
Cómo nació la idea de los corredores humanitarios
Vatican News habló con Giovanni Impagliazzo, de la Comunidad de San Egidio, quien cuenta que después de un gran número de personas que murieron en su intención de cruzar el Mar mediterráneo, la Comunidad de San Egidio buscó la manera de «no quedarse de brazos cruzados, mirando nada más con tristeza, la situación que se vive, esta profunda injusticia», dijo Impagliazzo, se calcula que más de 20 mil hombres, mujeres y niños murieron en los últimos 4 años tratando de cruzar el Mediterráneo desde África hacia Italia.
Visas humanitarias con territorialidad limitada
La comunidad de San Egidio ha trabajado a nivel jurídico y encontró la posibilidad en el reglamento de la Unión Europea, para permitir a los Estados Miembros de la Unión entre éstos Italia, de conceder visas humanitarias a territorialidad limitada, o sea, hacia un sólo país, en este caso, la comunidad de San Egidio propuso al gobierno italiano de ofrecer 1000 visas de este tipo para hospedar a 1000 personas que venían de los campos de refugiados que se encuentran en Líbano.
Fueron 1000 visas humanitarias para los prófugos sirios que huyen de la guerra. Al llegar a Italia, son acogidos, y los gastos de la acogida pasaron a cargo de la Fundación, y de las Iglesias protestantes «Histórica italiana», que firmaron un acuerdo con el MInisterio de gobernación para obtener estas visas. Los prófugos que se acogen son personas vulnerables, o sea viudas con hijos, familias donde hay una persona o niños enfermos, estas personas vulnerables, son escogidas por la comunidad en los campos de refugiados que están en el Libano.
Los corredores humanitarios: una experiencia positiva
Después de que la Comunidad de San Egidio salvó a 1000 sirios y los acogió, haciéndose cargo además del vuelo directo desde el Líbano hasta Italia, el gobierno italiano aceptó otorgar otras visas con las mismas características, para otros prófugos, otras 500 visas.
Más tarde, como dijo Giovanni Impagliazzo, la Conferencia Episcopal Italiana firmó un acuerdo para permitir a otros 500 prófugos que llegaran de África, desde Eritrea, Somalia, de Sudán del Sur, y que están en los campos de refugiados de Etiopía. Al llegar a Italia la Comunidad de San Egidio se movilizó para su inserción dentro de la sociedad.
Al llegar estos en Italia, son acogidos por algunos miembros de la comunidad de San Egidio, y los sponsors que encontró la Fundación. Fue una acogida difundida en todo el territorio italiano, hubo una gran integración en el tejido social italiano, las familias ofrecieron casa donde poder hospedar a los prófugos, otros ofrecieron terrenos para poder trabajarlos, otros ofrecieron pequeños trabajos, para poder ayudarlos a introducirlos en la sociedad, que se sientan adheridos.
Una vez en Italia, los prófugos solicitaron ser reconocidos como «refugiados a causa de la guerra», el gobierno italiano les otorga un permiso para quedarse en toda Europa. Una vez Italia les reconoce su status pueden moverse con facilidad por todo el continente.
Números sobre acción de los corredores humanitarios
Algunos datos: Desde el 2015, han llegado gracias a la acción de los corredores humanitarios de la Comunidad de San Egidio, más de 1650 refugiados, la mayoría son sirios, que perdieron todo en Damasco y en Jons. Son musulmanes y cristianos. Para escoger estas familias, la Comunidad escogió las que tenían alguna fragilidad social sin importar su religión.
Desde Etiopía llegaron 498 refugiados, la mayor parte de Eritrea que huyeron del país, buscando asilo político en el país vecino.
Los corredores humanitarios en Europa
Después de Italia, otros países europeos como Francia, Bélgica y Andorra, se unieron a esta propuesta de los corredores humanitarios siempre con la Comunidad de San Egidio.
¿Qué falta para que los gobernantes comprendan que este sistema legal es una garantía para todos y para los europeos? Lo dice Giovanni Impagliazzo:
«Las familias viajan seguras, no pagan a los traficantes y se les busca de insertarlos en el país de llegada. Falta que Europa comprenda que la realidad es esta. Tantos países en guerra, y de consecuencia, tantos que huyen y que no se puede bloquear esta ola, si efectivamente no se detienen las guerras en esos países».
Como dice el Papa Francisco estamos en una tercera Guerra Mundial a pedazos. El número de migrantes ha aumentado sobre manera. La acogida de los refugiados tendrá un éxito sólo si habrá una verdadera integración, acción que realiza la Comunidad de San Egidio.
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