(InfoCatólica) María Victoria Mena nació en la Mancha y vive en Zaragoza, donde se licenció en Medicina, especialidad de Ginecología y Obstetricia. Apasionada por la Medicina, durante su formación viajó varias veces a hospitales prestigiosos de Estados Unidos e Inglaterra, en cuyo sistema público trabajó durante un año, antes de establecerse definitivamente en Zaragoza. Siempre ha ejercido su labor profesional en el ámbito privado. Fue consagrada en el Orden de las Vírgenes por D. Manuel Ureña en 2012 y empezó su trayectoria como especialista en Naprotecnología en 2014.
- Aunque muchos ya conocen esta técnica, me permitirá que empiece por lo más básico. ¿Qué es la naprotecnología?
Naprotecnología significa “tecnología de la procreación natural”. Se trata de Medicina Procreativa basada en el reconocimiento del ciclo menstrual, preferentemente mediante el Modelo Creighton, pero también otros (Sintotérmico, Billings), para diagnosticar y tratar las causas de los problemas de salud femenina. Es “natural” porque respeta la naturaleza de las personas y del acto conyugal.
- ¿Como se introdujo la naprotecnología en España?
Conocí la Naprotecnología en 2011 y me enamoró su planteamiento de ir a la raíz del problema médico. En 2014 iniciamos el camino modestamente, con mis propias pacientes y pacientes de Portugal. A los dos años, formamos un pequeño núcleo de unas seis personas a nivel peninsular, junto a un matrimonio de pacientes, llamados a difundir la Naprotecnología en España como fecundidad de su matrimonio, y han sido los promotores de la Asociación Española de Naprotecnología y de los Encuentros anuales que hemos ido realizando desde 2017 (Jordina Fabrés y Venancio Carrión).
- ¿Cuáles son los fundamentos de esta técnica?
La mujer reconoce su ciclo con un método natural, casi siempre Creighton. Si emplean otro método y lo hacen bien, lo aceptamos. Sobre esa gráfica personal, se plantean estudios hormonales, ecográficos o quirúrgicos, dirigidos a obtener la información o administrar los tratamientos que deseamos en un día o una fase concretos del ciclo. Así se consigue gran precisión con una herramienta sencillísima, pero muy potente, que permite tratar los problemas cooperando con el ciclo fértil.
- ¿En qué casos concretos podría ayudar la naprotecnología?
Esterilidad conyugal, aborto espontáneo y recurrente, síndrome de ovario poliquístico , endometriosis, sangrados anómalos, dolores menstruales, síndrome premenstrual, infecciones de repetición…Sería recomendable que las jóvenes con problemas menstruales conocieran esta alternativa, antes de ser medicadas casi siempre con anovulatorios, que pueden perjudicar su fertilidad.
- ¿También atienden casos de infertilidad masculina?
Tuve que desarrollar un protocolo riguroso de diagnóstico y tratamiento de los pacientes masculinos, y tratar de mejorar su salud general y su fertilidad. Los estudios iniciales de los varones con infertilidad son inadecuados e insuficientes, y se encamina a la mayoría de pacientes a las técnicas de reproducción asistida, expulsando de las consultas a los que no aceptan esa opción por cuestiones de conciencia.
- ¿Se pueden prevenir los abortos espontáneos?
Casi todos consideran inevitable que ocurran abortos espontáneos, y eso es consecuencia de la ignorancia que padecemos acerca de la fertilidad. Se podrían impedir la mayor parte de ellos si las mujeres reconocieran su ciclo normalmente, se diagnosticaran de modo precoz las anomalías que se pueden encontrar en las gráficas, se estudiara en profundidad el “funcionamiento” de cada mujer que ha sufrido la pérdida de un bebé, y se controlaran exhaustivamente los niveles hormonales desde el inicio del embarazo. Es dramático reconocer cuántas vidas se pierden y cuántos embarazos se complican por ignorancia.
- ¿Por qué es importante esto en especial para los católicos?
Porque desde el punto de vista moral, la Naprotecnología respeta la naturaleza y dignidad de los esposos, de los hijos por nacer y del acto conyugal, obedece en todo a la Moral de la Iglesia en cuanto al Matrimonio y a la Transmisión de la Vida (nació inspirada por la llamada que Pablo VI hizo a los médicos en la Humanae Vitae). Este camino evita que los esposos en búsqueda de embarazo cometan pecados graves en sus intentos, y mientras somos tan pocos ofreciendo este servicio, deseamos dar prioridad a los de “casa”.
- ¿Pero es una técnica solo para católicos o puede ayudar a cualquier pareja?
Esto es Medicina. A todos está abierta la posibilidad de conocer y tratar sus patologías en relación con la fertilidad. Pero reservamos para los matrimonios la utilización de ciertos tratamientos que tienen como única finalidad conseguir un embarazo, no mejorar la salud. Porque consideramos prioritario el derecho de los niños a nacer en el seno de un matrimonio.
- ¿La naprotecnología ha encontrado resistencia en España por causa de corrientes ideológicas, intereses económicos o, en general, la ignorancia sobre el tema?
La mayor resistencia es la ignorancia de pacientes y médicos. La ventaja que tenemos es que la medicina privada en España es totalmente libre, y eso permite poder hacer los estudios y tratamientos. Actualmente todo el sistema público y casi todo el privado derivan estos casos a la reproducción asistida, así que nos sentimos como David frente a Goliat…Pero seguros, porque conocemos el resultado.
- ¿Y ha recibido ayuda de la Iglesia y de grupos de laicos católicos?
Nos han recibido los Obispos de Barcelona, Tarragona, Córdoba, Alicante. Hemos colaborado estrechamente con COF de Toledo y Getafe. Diferentes medios de comunicación (Radio María, Aleteia, Catholic link, Religión en Libertad) y medios de difusión diocesanos han publicado artículos sobre Naprotecnología. Asimismo, nos han ayudado en conferencias y encuentros nacionales Christi Fidelis Laici, Spei Mater, Médicos Cristianos de Cataluña, la Universidad Francisco de Vitoria o Schoenstatt, entre otros.
- La naprotecnología busca proporcionar una alternativa para técnicas reproductivas inmorales como la inseminación artificial o la fecundación in vitro. ¿Por qué son contrarias a la ley natural estas técnicas?
El Creador unió en un mismo acto la capacidad de expresar el amor mutuo a los esposos y de engendrar una vida nueva, porque así lo quiso. Todo acto médico que pretenda la sustitución del acto conyugal (siempre en la fecundación en laboratorio (FIV, ICSI) y en la técnica INVO, la mayoría de inseminaciones artificiales), la sustitución de un progenitor por gametos de donante, o la maternidad subrogada, es gravemente inmoral y está prohibido por el Magisterio de la Iglesia, expresado en Humanae Vitae, Evangelium Vitae y Donum Vitae, porque atenta contra la dignidad de la persona, y contra la Voluntad del Creador.
- Usted es ginecólogo y también virgen consagrada. ¿Vive usted la ayuda a matrimonios con problemas de fertilidad como parte de su vocación?
Así es. Con los años he ido comprendiendo el grave perjuicio causado por los métodos anticonceptivos en las relaciones matrimoniales. Mi consagración fue motivo de una conversión profunda en mi modo de ejercer la Ginecología, abandoné la anticoncepción y comencé a ser médico de verdad. Atender a los matrimonios con dificultades es un don inesperado, que me ayuda a redimir el mal que hice…
- ¿Dónde pueden encontrar ayuda las parejas o personas interesadas en mejorar su salud reproductiva?
La Asociación Española de Naprotecnología fue creada para informar, dar apoyo y consejo a las personas que lo requieren, especialmente a matrimonios con esterilidad o infertilidad. (www.naprotec.es).
- ¿Tiene otras funciones dicha Asociación?
Efectivamente, también colabora con las Diócesis y COFs diocesanos, en un intento de renovación de la pastoral familiar a la luz de Humanae Vitae, Evangelium Vitae y la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II, esforzándose en divulgar el reconocimiento de la fertilidad desde edades tempranas, sobre todo en jóvenes con problemas, difundiendo el recurso a la Naprotecnología en personas que necesitan atención médica o animando a la creación de grupos de apoyo a matrimonios con esterilidad, que muchas veces se encuentran aislados de otros matrimonios con hijos.
¡Muchísimas gracias!
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