(Agencias/InfoCatólica) Monseñor Santiago Gómez presidió ayer en la Catedral hispalense la Eucaristía por la solemnidad de la Asunción de la Virgen, día grande para Sevilla, ya que se reencuentra con su patrona, la Virgen de los Reyes.
El Obispo auxiliar de la capital andaluza, en primer lugar, se refirió al Arzobispo, monseñor Asenjo, quien desde su tierra natal, ha encomendado a todos los presentes para que «vivan gozosa y comprometidamente su vocación cristiana y no decaiga en Sevilla el amor a su patrona». Además, monseñor Gómez dio las gracias a Dios por la mejoría de salud experimentada por el Arzobispo durante los últimos días y pidió por su completa recuperación.
Mons. Gómez mantuvo que «hay un modo cristiano de comprender nuestro cuerpo y el de los demás». De este modo, se opuso a la concepción «neopagana» de promover el culto del cuerpo, «a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo». Así mismo, se refirió al pudor, que «rechaza los exhibicionismos, preserva la intimidad, protege el misterio de la persona y su amor».
Por último, el obispo auxiliar, asegurando que es uno de los mayores ataques contra el cuerpo en nuestra cultura, criticó la tesis de la ideología de género, que se ha «llevado a la legislación» que sostiene que no existen los sexos ni la diferencia hombre-mujer. En esta línea, y citando a Benedicto XVI y el papa Francisco, destacó la importancia de valorar «el propio cuerpo en su feminidad o masculinidad, necesario para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente». Para Monseñor Gómez, ésta es una cuestión que «plantea desafíos urgentes para ser afrontados por las familias, en la educación de los hijos y en la defensa de la libertad de los ciudadanos».
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