(La Gaceta) La mayoría de los retornados mantienen un perfil bajo una vez regresan a Suecia, ya que las imágenes de muchos de ellos han sido publicadas en medios de comunicación.
Muchos de ellos, según publica el diario Expressen y recoge Breitbart, han cometido atrocidades mientras se encontraban en Oriente Medio y han decidido regresar a su país de origen, donde han sido recibidos con los brazos abiertos por las autoridades.
Walad Alid Yousef es uno de esos retornados a los que el Gobierno les ha dado una nueva identidad. La surrealista actuación de las autoridades, que anteponen la seguridad de los terroristas a la de los ciudadanos, busca proteger a estos jóvenes al encontrarse -según explican- bajo una seria amenaza.
El yihadista, con quien ha hablado el citado diario sueco, es originario de Malmo y se ha quejado de las dificultades que tiene para encontrar un trabajo: ‘’Estoy buscando empleos pero soy incapaz ya que mis fotos han sido publicadas en los medios’’.
Yousef se unió al Estado Islámico en 2014 y luchó junto a los terroristas en la ciudad siria de Raqqa. Mientras se encontraba en el campo de batalla, el joven envió fotos posando con Kalashnikov a sus amigos suecos.
Bherlin Dequilla Gildo también ha vuelto a Suecia con una nueva identidad bajo el brazo. En 2012 publicó imágenes en las que aparecía junto a cadáveres -a quienes tildaba de ‘’perros de Al Assad’’- y partició en el asesinato de varios soldados del Gobierno sirio.
Se calcula que aún hay 100 suecos luchando junto a grupos terroristas en Oriente Medio. Aunque con las ofertas del Gobierno sueco, ahora que el ISIS sigue perdiendo terreno, deberían plantearse volver a su país de origen, donde -a la luz de los hechos- no deberán preocuparse por su pasado terrorista.
El experto en terrorismo Magnus Ranstorp ha explicado al diario Expressen que «los realmente peligrosos no han regresado todavía». Muchos de esos retornados, como los dos entrevistados, están libres. Hay otros como Sultan Al-Amin, de 31 años, y Hassan Al-Mandlawi, de 33 años, que han sido condenados a penas de cárcel por sus crímenes en Aleppo.
No es la primera polémica del Gobierno sueco respecto a los yihadistas retornados. En numerosas ocasiones, los medios del país han denunciado que los terroristas cobran ayudas públicas que son empleadas para viajar al extranjero y combatir junto al ISIS.
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