(Fides/InfoCatólica) En una nota publicada la semana pasada, el patriarcado caldeo justificó su decisión señalando, entre otras cosas, que «el futuro de los cristianos está ligado al futuro del pueblo iraquí», del que los cristianos iraquíes son una parte integral.
Por lo tanto, añadió, es oportuno reflexionar sobre el destino de la presencia cristiana en Iraq junto con las autoridades y otros componentes sociales de la propia nación, en lugar de organizar tales momentos de profundización y movilización ante instituciones extranjeras.
«Si los países e instituciones occidentales quieren ayudar a los cristianos en Iraq» – se lee en la nota - «pueden hacerlo mediante el apoyo a la lucha contra el terrorismo y la reconstrucción del país, de modo que se favorezca el regreso de los refugiados cristianos que quieren volver a sus tierras de origen».
El Patriarcado caldeo también llama a las muchas siglas y micro-formaciones políticas cristianos locales a asumir sus responsabilidad, evitando perseguir hipótesis políticas caprichosas y poco realistas. Se refieren a los intentos de los líderes kurdos de conseguir un estatus para el norte de Irak que convertiría de facto a la región en un país prácticamente independiente.
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