(Fides/InfoCatólica) Masrour Barzani, jefe de inteligencia de la región autónoma del Kurdistán iraquí e hijo del presidente Masud, ha querido reunirse con una delegación de representantes de las Iglesias más arraigadas en la región, en la que se encontraba el redentorista Bashar Warda, arzobispo caldeo de Erbil, y Mar Nicodemus Daud Matti Sharaf, obispo siro ortodoxo de Mosul.
Durante el encuentro, que se ha realizado el martes 13 de junio en Erbil, se han abordado algunos problemas que hay que resolver con más urgencia en las zonas del norte de Iraq, liberado del control de los yihadistas del Estado Islámico (Daesh). Además se han detenido a considerar la posible estructura política futura en la región, especialmente a la luz del referéndum - anunciado por los líderes kurdos de la región autónoma del Kurdistán Iraquí para el próximo 25 de Septiembre - que deberá establecer la completa independencia de la región autónoma de Iraq.
Durante la reunión – comunican fuentes del Partido democrático del Kurdistán – Masrour Barzani ha reivindicado el papel que ha jugado la Región autónoma del Kurdistán y su gobierno en la acogida que han proporcionado a las decenas de miles de cristianos que escapaban sobre todo de Mosul y de la Llanura de Nínive, cuando esa región de Iraq calló en manos del Daesh. Masrour ha reafirmado la voluntad de defenderse en el futuro, de cualquier discriminación sectaria, la convivencia entre las diferentes componentes religiosas y étnicas de la población, también en el futuro Kurdistán independiente. En este sentido, el hijo de Masud Barzani ha manifestado la disponibilidad de los líderes kurdos de Erbil para reconocer amplias prerrogativas de autonomía y de auto gestión a los territorios de la Provincia de Nínive donde históricamente están enraizadas las iglesias y comunidades cristianas locales, de modo que los derechos personales y comunitarios de todos estén totalmente protegidos.
La perspectiva de una secesión unilateral del Kurdistán iraquí, y su transformación en una entidad independiente del estado, también pone en tela de juicio las comunidades cristianas de la región. Se manifiesta con más y más evidencia la intención de las fuerzas del Kurdistán iraquí de obtener el apoyo de los grupos políticos cristianos locales para la causa separatista, ofreciendo en cambio la promesa de una autonomía administrativa de la zona de la Llanura de Nínive.
Pero el frente de las fuerzas y partidos kurdos todavía no se ve compacto sobre cómo llevar a cabo y sobre el propósito del referéndum, y esto podría poner en peligro su aplicación efectiva. Según algunos parlamentarios y políticos kurdos, el referéndum debería celebrarse sólo en las llamadas «zonas en disputa», ya que parece obvio el apoyo a la independencia de las poblaciones sometidas al Gobierno de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí.
Recientemente, el gobernador de Kirkuk Najmiddin Karim, jefe de la Unión Patriótica del Kurdistán, ha pedido que el referéndum para la proclamación de independencia del Kurdistán iraquí incluya también a los habitantes de la provincia de Kirkuk, que ha sido despojada según él de sus «derechos constitucionales, legales y administrativos» por parte del gobierno central de Baghdad.
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