NCR/InfoCatólica) El periodista norteamericano Edward Pentin, experto vaticanista, ha publicado una carta dirigida al Papa Francisco y firmada por el Cardenal Carlo Caffarra en nombre de los cuatro cardenales de los dubia. En ella, los purpurados solicitan al Pontífice una audiencia para discutir su honda preocupación con respecto a la exhortación apostólica del Papa sobre la familia, Amoris Laetitia.
La misiva en la que pedían audiencia, fechada el 25 de abril, fue entregada en mano al Papa el 6 de mayo, pero no ha recibido respuesta. El Santo Padre todavía no ha acusado recibo de la petición escrita de los cardenales ni ha respondido a la misma.
Esta petición de audiencia se debe a que los dubiano han sido aclarados después de ocho meses de su presentación, lo que ha provocado una situación de gran confusión en la Iglesia con respecto a la doctrina sobre los sacramentos del Matrimonio y la Eucaristía. Además, podría estar relacionada con la intención manifestada hace meses por el cardenal Burke de realizar una corrección al Papa en caso de que no contestara a la petición de aclaración de la doctrina de Amoris Laetitia y de su verdadera interpretación conforme al magisterio de la Iglesia.
A continuación, se incluye el texto completo de la misiva:
Santo Padre,
Con cierta inquietud, me dirijo a Vuestra Santidad durante estos días de Pascua. Lo hago en nombre de Sus Eminencias los cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Joachim Meisner y yo mismo.
Queremos comenzar renovando nuestra dedicación absoluta y nuestro amor incondicional a la Cátedra de Pedro y a su augusta persona, en la que reconocemos al Sucesor de Pedro y al Vicario de Jesús: el «dulce Cristo en la tierra», como le gustaba decir a Santa Catalina de Siena. No compartimos en absoluto la postura de aquellos que consideran vacante la Sede de Pedro, ni la de quienes quieren atribuir a otros la responsabilidad indivisible del munus petrino. Actuamos motivados únicamente por la conciencia de la grave responsabilidad que conlleva el munus de cardenales: ser consejeros del Sucesor de Pedro en su ministerio soberano. Y la responsabilidad que también conlleva el sacramento del episcopado, que «nos ha colocado como obispos para pastorear la Iglesia que Él compró con su sangre» (Hch 20,28).
El 19 de septiembre de 2016, entregamos a Vuestra Santidad y a la Congregación para la Doctrina de la Fe cinco dubia, pidiéndole que resolviese las incertidumbres y aclarase algunos puntos de la Exhortación Apostólica postsinodal Amoris Laetitia.
No habiendo recibido ninguna respuesta de Vuestra Santidad, hemos tomado la decisión de pedirle respetuosa y humildemente una audiencia, si le parece bien a Vuestra Santidad. Adjuntamos, como es costumbre, una Hoja de Audiencia en la que indicamos los dos puntos que deseamos discutir con usted.
Santo Padre,
Ha transcurrido un año desde la publicación de Amoris Laetitia. Durante este tiempo se han manifestado públicamente interpretaciones de algunos pasajes objetivamente ambiguos de la Exhortación postsinodal que no solo divergen del Magisterio permanente de la Iglesia, sino que son contrarias al mismo. A pesar de que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha declarado repetidas veces que la doctrina de la Iglesia no ha cambiado, han aparecido numerosas declaraciones de obispos, cardenales e incluso conferencias episcopales que aprueban lo que el Magisterio de la Iglesia nunca ha aprobado: no solo el acceso a la Sagrada Eucaristía por parte de aquellos que objetiva y públicamente viven en una situación de pecado grave y tienen la intención de permanecer en ella, sino también una concepción de la conciencia moral contraria a la Tradición de la Iglesia. De este modo, sucede -¡Qué doloroso es ver esto!- que lo que es pecado en Polonia se considera bueno en Alemania y que lo que está prohibido en la archidiócesis de Filadelfia se permite en Malta. Y lo mismo en otros lugares. Esta situación recuerda la amarga observación de Blaise Pascal: «Justicia a este lado de los Pirineos, injusticia al otro; justicia en la orilla izquierda del río, injusticia en la orilla derecha».
Numerosos fieles laicos bien preparados, profundamente enamorados de la Iglesia y firmemente leales a la Sede Apostólica, se han dirigido a sus pastores y a Vuestra Santidad para ser confirmados en la sagrada doctrina sobre los tres sacramentos del Matrimonio, la Confesión y la Eucaristía. Y en estos mismos días, en Roma, seis fieles laicos de todos los continentes han presentado un seminario de estudio muy concurrido con el significativo título de «Traer claridad».
Frente a esta grave situación, en la que muchas comunidades cristianas se ven divididas, sentimos el peso de nuestra responsabilidad y nuestra conciencia nos obliga a solicitar humilde y respetuosamente una audiencia.
Pedimos a Vuestra Santidad que nos recuerde en sus oraciones y nos comprometemos a recordarle en las nuestras, a la vez que solicitamos su bendición apostólica.
Cardenal Carlo Caffarra
Roma, 25 de abril de 2017
Fiesta de San Marcos Evangelista
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HOJA DE AUDIENCIA
1. Solicitud de aclaración de los cinco puntos indicados por los dubia; razones de esta solicitud.
2. Situación de confusión y desorientación, especialmente entre los pastores de almas, in primis los párrocos.
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