(Actuall/Infocatólica) Mons. Martin indica que «a pesar de las fuertes presiones para permanecer silentes, no tengáis miedo de ser testigos de que toda vida es igual (ndr:en valor y dignidad) en las conversaciones privadas y en las discusiones públicas en los próximos meses». Y añade que. «como como ciudadanos comprometidos con el Bien Común tenéis el derecho democrático de hacer conocer vuestros puntos de vista, con respeto, a nuestros representantes públicos».
El Gobierno prepara la celebración de un referéndum para eliminar la octava enmienda a la Constitución del país que protege la vida humana desde el primer instante de la concepción hasta su muerte natural para imponer el aborto como práctica legal.
El arzobispo de Armagh sostiene que, de aprobarse la reforma constitucional se dejará a los nonatos «indefensos y completamente a merced de cualquier ley de aborto que se apruebe en Irlanda».
El prelado ha subrayado que tanto la madre como el hijo «merecen protección frente a la trágica e irreversible decisión del aborto».
Para combatir esta amenaza a la vida humana el primado católico de Irlanda ha enfatizado que «tenemos que concentrar nuestras energías y recursos en hacer de Irlanda la nación del mundo más acogedora para una mujer y el hijo que lleva en su vientre».
Pese a la difícil situación sociopolítica que podría acabar con décadas de protección de la vida humana, el arzobispo señala que «Irlanda tiene ahora una oportunidad para dar un testimonio aún más fuerte de que valoramos la vida por igual: cuidamos de los más débiles y de los más pequeños; de los más fuertes y sanos, de los más jóvenes, de los más mayores y de todo el maravilloso y bello epectro de vida que existe en medio».
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