(CNA/InfoCatólica) El cardenal Fernando Filoni recordó el sábado las «extraordinarias capacidades creativas» de la Madre Angélica al celebrar la misa en sufragio del fundador de EWTN en el quinto aniversario de su muerte.
Predicando en una misa en la Basílica de San Pedro el 27 de marzo, el Gran Maestre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro dijo que la monja se ganó «la gratitud de toda la Iglesia» por construir una red global de medios al servicio del Evangelio.
La Madre Angélica comenzó a transmitir desde un garaje reformado en Birmingham, Alabama, en 1981. Murió el 27 de marzo de 2016, Domingo de Pascua, a la edad de 92 años. En el momento de su muerte, EWTN se había convertido en la red de medios religiosos más grande en el mundo.
Filoni dijo: «Atravesó todo el siglo XX enfrentándose a las miserias y sufrimientos, que fueron amigos constantes en su vida hasta el final; al mismo tiempo, experimentó el consuelo de Jesús y la ayuda constante de la Divina Providencia; ella no podía hacer lo que hizo sola».
«En un “bosque” espeso y, a veces, negro de nuestro mundo, el dedo de Dios la estaba guiando: “Sabía que Dios me conocía y me amaba y estaba interesado en mí. Todo lo que me gustaría hacer” —dijo después de una grave enfermedad— era donarme a Jesús».
Filoni, un veterano diplomático del Vaticano que dirigió la Congregación para la Evangelización de los Pueblos de 2011 a 2019, señaló que la monja, que nació como Rita Rizzo, tomó el nombre de Hermana María Angélica de la Anunciación cuando ingresó a la vida religiosa en 1944.
«No sé si, asumiendo el nombre de “Anunciación”, tenía la percepción de su futura misión en el campo de las comunicaciones», dijo.
El cardenal italiano de 74 años, nombrado Gran Maestre en diciembre de 2019, prosiguió: «Haciéndose rica en muchas experiencias, en la vida contemplativa, en logros misioneros e iniciativas pastorales, la Madre Angélica, con sus extraordinarias capacidades creativas, genera la no -sociedad lucrativa EWTN, un grupo de radiodifusión vinculado a la vida civil y religiosa.
Difundir el Evangelio en nuestra sociedad fue la máxima finalidad de EWTN, con estilo y apego a la verdad: “La verdad os hará libres” (Juan 8, 32); la “Verdad” es Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14: 6). Estas palabras siempre estuvieron claras en la mente y el corazón de la Madre Angélica».
En su homilía en la Misa en la Capilla del Coro de la Basílica de San Pedro, Filoni dijo que la Madre Angélica era muy respetada por los últimos tres papas.
«La Madre Angélica fue cercana al Papa Juan Pablo II; obtuvo la alta estima de Benedicto XVI y la consideración del Papa Francisco; cuanto más recibía, el agradecimiento de toda la Iglesia y especialmente del público cariñoso que mantiene un vínculo con EWTN.
Si pudiéramos considerar la primera “hija” de la Madre Angélica de EWTN. no ha sido el único vástago de la “familia”, enriquecida por el Registro Nacional Católico, la Agencia Católica de Noticias, etc.»
Dirigiéndose a los empleados de EWTN presentes en la Misa, el cardenal dijo:
«Lo que es muy importante para ustedes, queridos amigos, es la confianza de sus oyentes, lectores y espectadores: por favor, tengan siempre un gran respeto por ellos; puedes generar vida, esperanza, confianza, amor.
Es necesario construir el santuario del Señor entre los pueblos, en las familias, en la sociedad, y nadie lo puede hacer mejor que una cadena de radiodifusión, capaz de entrar por cada puerta, muchas veces cerrada; un santuario no hecho con ladrillos materiales, sino con la verdad y el amor.
Recordando hoy a la Madre Angélica, nos gusta encontrar un dardo de fidelidad a Cristo, “la Luz de las naciones” ( Lumen gentium, 1), y a su Iglesia, siendo como un sacramento o un signo e instrumento de Dios entre nosotros.
Finalmente, recordemos aquí algunas palabras del Papa Benedicto XVI cuando inició su pontificado: “¡Me basta con ser un simple trabajador en la viña del Señor!”.
Este es mi deseo para ustedes, en la vigilia de la Semana Santa: “¡Sean buenos obreros en la viña del Señor!”
Gracias por su generoso y apreciado trabajo por la Iglesia.
Madre Angélica, estoy seguro, está feliz».
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