(ACI Prensa) Drake, esposo de 50 años y padre de cinco hijos, será ordenado sacerdote el próximo 21 de junio de 2019 luego casi 10 años de preparación; cuando la edad promedio de la ordenación sacerdotal en los Estados Unidos bordea los 33 años.
El diácono recibió una dispensa de su obispo, Mons. Jeffrey Marc Monforton, de la Diócesis de Steubenville (Ohio), para ser ordenado sin la obligación de cumplir el celibato y la soltería. Casos como este son escasos y suceden bajo el riguroso análisis del clero bajo determinadas circunstancias, como cuando alguien que anteriormente fue un ministro anglicano o episcopal se convierte en católico y desea ser sacerdote católico.
En una entrevista con CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–, Drake aseguró que Jesús lo llamó al sacerdocio y esta «no es la primera vez que le pide que haga algo radical».
Hace 20 años, el diácono era un joven pentecostal que le pedía a Dios su guía constantemente en oración. En aquel tiempo sintió el llamado de Dios para dedicarle su vida y empezó a prepararse en la denominación protestante.
Drake se casó, tuvo hijos, obtuvo un título en teología y comenzó un período de 13 años como ministro pentecostal.
Sin embargo, en 1999, se sintió atraído por la Iglesia Católica a través del programa Catholic Answers Live de EWTN.
«(Mi conversión) comenzó a través de la radio EWTN, esa era mi fuente información principal de la Iglesia Católica, realmente no conocía a ningún católico. No estaba de acuerdo con toda la teología, pero los dos presentadores eran caritativos, evangelizadores, estaban centrados en Cristo, conocían su Biblia. Nunca me había encontrado con un católico que tuviera todas esas cualidades», contó Drake.
El entonces predicador pentecostal decidió seguir escuchando el programa no «por el contenido», sino «para descubrir si eran solo los dos únicos católicos entusiasmados en la faz del planeta o qué».
«Cuanto más escuchaba, más me sentía atraído por la Iglesia Católica. Comencé a hacer mi propia investigación, leyendo documentos de la Iglesia, de Padres de la Iglesia y escritos de los Papas y los Santos».
«Me interesaba menos lo que la gente tenía que decir sobre el catolicismo que lo que el catolicismo decía de sí mismo en los documentos oficiales y en la historia de la Iglesia», contó.
Después de estudiar por cinco años y hablar seriamente con su esposa, los McCallister decidieron bautizarse católicos junto a sus hijos en el 2004. Drake también le dio crédito a la Madre Angélica en su conversión, por haber fundado EWTN.
Poco después, se mudaron a Steubenville, Ohio, y Drake obtuvo un título de posgrado en teología y catequesis de la Universidad Franciscana, donde ahora trabaja como coordinador de prácticas catequéticas.
No fue hasta 2010 que el padre de familia consideró en convertirse en miembro del clero, cuando su diócesis comenzó su primer programa de diaconado para diáconos permanentes.
«Quiero servir a la gente de mi parroquia, así que cuando se presentó el diaconado, me presenté. Pensé: ‘Esto es genial, puedo hacer esto como un hombre casado’», explicó.
Sin embargo, luego afirmó que el Espíritu Santo lo llamaba a hacer algo más: «Me incitaba a decir que necesitaba hacer la pregunta si calificaba para la dispensa del requisito de celibato y acceder al sacerdocio».
Drake explicó que «tales peticiones se consideran caso por caso».
Posteriormente, cuando su obispo confirmó que una dispensa podría ser posible en su caso, comenzó a considerar el sacerdocio más seriamente y le aseguró al director de su programa de diaconado que su «único deseo es ser obediente a Jesucristo».
«Es por eso que dejé todo, desde mi origen denominacional, para ingresar a la Iglesia Católica, fue mi amor por Jesucristo, y el Señor está abriendo esta puerta y poniendo esto en mi corazón. No necesito ser un sacerdote como si estuviera cumpliendo con algún tipo de deseo personal, mi deseo es simplemente ser obediente», contó Drake.
Durante el proceso, mientras recibía el permiso de la Santa Sede, oraba y discernía, pasaron aproximadamente 10 años de preparación para ser ordenado.
Drake cree que su historia única y su historia vocacional le servirán como futuro sacerdote.
«Hay una manera en que veo la vida y el ministerio y la Iglesia que es diferente, porque tuve que luchar con diferentes cosas para entrar en la Iglesia. Una de las formas en que se diferencia es mi deseo de evangelizar y de alcanzar a las personas en las periferias», explicó.
En cuanto a estar casado, no está seguro del impacto que tendrá en su ministerio, pero planea aprovechar la vida familiar en sus homilías. Es algo inusual que los sacerdotes católicos latinos estén casados, dijo, aunque observó que otros ritos en la Iglesia Católica lo permiten bajo determinadas circunstancias.
«No soy un activista. Es decir, no estoy aquí para abogar por el fin del celibato en el sacerdocio, cualquiera que busque subirse a ese carro deberá buscar en otra parte. Estoy aquí para servir a Cristo y guiar a la gente a Jesús», afirmó.
Cuando se le preguntó qué es lo que más le emociona en su sacerdocio, Drake respondió: «¿Puedo decir que todo? La Misa y la misión. La vida en el espíritu y la participación en la misión, esas son las dos cosas que me interesan y por las que estoy emocionado».
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