Cuatro hombres y una mujer, directora de una escuela, fueron detenidos como sospechosos de haber secuestrado, violado y descuartizado durante un ritual satánico a “Marito” Salto, un niño de 11 años, cuyos restos fueron encontrados en junio de 2016 en la localidad de Quimilí (Santiago del Estero, Argentina), según leemos en Infobae.
Casi todos los detenidos integran una misma familia y fueron identificados como Miguel Ángel Jiménez (58), alias “El Brujo”; su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57), directora de la Escuela 1214 y docente del Profesorado Secundario para Adultos; su hijo, Alfredo Daniel Albarracín (40) y Pablo Ramírez (38), alias “El Loco”, todos con residencia en Quimilí.
La jueza a cargo de la causa, Rosa Falco de Rainieri, dijo a la prensa que el niño Mario Agustín Salto “fue asesinado durante un ritual satánico” e informó de que en la casa de “El Brujo” Jiménez se encontraron “muchísimas evidencias” que permitieron “comenzar a aclarar la causa”. Por tal motivo, los detenidos quedaron acusados del delito de “violación seguida de muerte”.
Ritos diabólicos
De la investigación, que lleva casi un año y medio, participaron a pedido de la Justicia santiagueña efectivos de la policía de Río Negro, de San Luis y de la Policía Federal, quienes realizaron rastrillajes con perros adiestrados que señalaron la casa de Jiménez, donde se descubrió un altar en el que se realizaban ritos diabólicos. No obstante, los investigadores continuaban con los procedimientos dirigidos por la magistrada, quien no descarta que se produzcan nuevas detenciones.
La jueza Falco de Rainieri es la tercera magistrada que interviene en la causa, en la que hay otros tres detenidos: Rodolfo “Rody” Sequeira, acusado del secuestro del niño; David Tomás Sosa, quien inicialmente apareció en la causa como un testigo de “identidad reservada”, y Ramón “Burra” Salvatierra, un peón rural de Quimilí, acusado de encubrimiento y con arresto domiciliario.El niño fue hallado asesinado, violado y descuartizado el 2 de junio de 2016, 48 horas después de ir a pescar a una laguna de Quimilí. En un reciente informe elevado por forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se logró determinar que Mario fue violado y, tras ser colgado con un alambre, fue descuartizado con vida.
“Gracias a Dios todo está resuelto, está cerrado el círculo. Tenemos autores intelectuales, autores materiales. Hemos encontrado muchísimas evidencias que nos demuestran que Mario ha sido víctima de un crimen ritual”, dijo la jueza Falco con seguridad, según informa Segundo Enfoque.
Jueza: “esta causa me ha llegado al corazón”
Está agitada, pero “muy satisfecha”. Fueron días intensos en Quimilí, pero finalmente se llegó al “esclarecimiento” del crimen. “Como madre, estoy satisfecha por haber esclarecido el asesinato de ‘Marito’ Salto”, afirmó la jueza Rosa Falco, en un alto en la agotadora investigación que lideró junto al jefe de la División Homicidios y Delitos Complejos de la Policía de la Provincia, comisario mayor Daniel Loto.
“La gran gratificación que tengo es que la familia Salto y la comunidad de Quimilí vuelvan a creer en la Justicia; el trabajo sin pausas y con mucho esfuerzo y serio da sus frutos y se llega a la Justicia para un niño que ha sido brutalmente asesinado y que obviamente es la cara de todos los niños de Quimilí y para que nunca más vuelva a suceder una cosa así”, destacó.
“Esta causa me ha llegado al corazón como madre y mujer, necesitaba que esto se esclarezca. Ver lo que he visto ayer (por el 27 de noviembre) y anteayer (por el 26) ha sido muy fuerte, desgraciadamente hemos visto cosas que no hubiéramos pensado”, reveló con respecto a los escenarios donde se realizaban los rituales.
“Tenemos muchas evidencias y muchos elementos de prueba en contra de los detenidos. Lo que resta en un trabajo fino para armar el rompecabezas y establecer el grado de participación de cada uno de los sospechosos”. En este sentido, dijo que está viajando de Corrientes un equipo de antropólogos forenses que son especialistas en rituales para establecer el móvil del crimen.
Así continuará la investigación
La Dra. Rosa Falco adelantó que en los próximos días los cinco sospechosos apresados entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de noviembre serán interrogados en los Tribunales santiagueños. Se trata de Miguel Ángel Jiménez (58 años); su pareja, Arminada Lucrecia Díaz (57); y su hijo Miguel Ángel Jiménez (26), domiciliados en el barrio Colón, y Alfredo Daniel Albarracín, residente en el barrio Cooperativa y Pablo Ramírez (38), del barrio Alomo.
Tras la hipótesis de que ‘Marito’ fue asesinado durante un ritual satánico, se conoció que Miguel Jiménez (padre) y su pareja, Arminda Díaz, son los líderes de la secta que tendría su sede en el Barrio Colón.
Se encontró un colchón en la casa de Miguel Jiménez (padre) que tenía una mancha “sospechosa”. Fue secuestrado por Criminalística para ser sometido a pericias y determinar de qué sustancia se trata. La única mujer detenida es docente y este año hubiera sido la maestra de “Marito” Salto en quinto año en la escuela primaria del paraje San Francisco, donde concurría la víctima.
La abogada querellante, Dra. Pamela Gadán, destacó que el esclarecimiento del crimen del niño permitirá que “‘Marito’ descanse en paz y su familia pueda iniciar el duelo”. “Fue un proceso de lucha de la familia, donde supieron esperar por la confianza depositada en el marco de una causa en la que se hablaron muchas cosas, aunque la verdad siempre sale a la luz”, afirmó. “La causa dio un giro fundamental que dio tranquilidad a la familia Salto y a la sociedad”, reveló.
El presunto asesino ofreció ayuda
El padre de “Marito” trabaja como peón y, durante este doloroso año y medio, intercaló las marchas para pedir Justicia por su hijo asesinado y sus tareas en campos de Córdoba, Chaco y el interior de Santiago del Estero. En ese período, el principal sospechoso del crimen del niño de 11 años fue a visitar a la familia para ofrecerle ayuda, sobre todo económica, y hasta participó de las movilizaciones donde se exigía el esclarecimiento del homicidio, según leemos en Clarín.
Allegados a la familia Salto confiaron a Clarín que Jimenez había asistido a las marchas organizadas por la familia y que Mario, el padre de Marito, no se perdía por más que estuviera trabajando en otra provincia. Como podía, siempre estaba presente.
Jiménez seguía con interés el caso. Cuando Mario Salto estaba trabajando en algún campo, se acercaba hasta la casa familiar y le ofrecía a la madre del chiquito periódicamente cualquier tipo de ayuda, sobre todo económica. Es más, una vez citó al padre y le dijo contara con él en lo que necesitara. Con la intención –descubrieron ahora– de saber más de la investigación.
“Nosotros nunca sospechamos. Era una persona que la conocen mucho en Quimilí. Tenía contactos políticos, de la Policía y judiciales. Es una especie de puntero de acá. Lo que no sabemos, la pregunta que nos hacemos, es por qué se tardó tanto en llegar a esta instancia. Por qué no allanaron antes o llamaron ellos a los perros”, cuestionó Marcelo Salto, el tío de la víctima, consultado sobre el tema.
El pasado 27 de noviembre hubo un alivio generalizado en Quimilí cuando detuvieron a Jiménez. “Fue un triunfo con dolor. Sentimos que nuestro changuito va a descansar en paz”, concluyó Marcelo.
Así actuó la familia
La familia de “Marito” no dejó de pedir explicaciones. Mario, su padre, viaja como puede desde la localidad de Quimilí hasta la capital de Santiago del Estero, a 200 kilómetros de distancia, para seguir de cerca el expediente judicial. Cada jueves, durante un año y medio, la familia hizo marchas pidiendo Justicia por crimen. Fue esa movilización la que permitió la detención de siete personas acusadas de secuestrar, abusar y asesinar al nene de 11 años en medio de un supuesto rito satánico.
Mario trabajó como peón en campos de Córdoba, Chaco y Santiago del Estero. Pero desde que mataron a su hijo no hizo más que pedir Justicia. La solidaridad de un payador habría sido la clave para que perros rastreadores viajaran hasta Quimilí y encontraran el lugar donde retuvieron a “Marito", el auto en el que lo habrían trasladado y el recorrido hasta el punto donde escondieron el cuerpo.
“Santiago Luna, un payador, hizo un video para difundir la causa ‘Marito’, para ayudarnos a pedir Justicia. A través de eso un adiestrador de perros se comunicó con nosotros. La policía sugirió que se pudieran usar para rastrear pistas de la causa y gracias a eso viajaron con policías de San Luis y Río Negro. Sin los perros, no tenían nada. La causa hace meses que estaba parada”, contó a Clarín Mario Salto.
Desde el año pasado Rodolfo “Rody” Sequeira, sospechoso de ser quien secuestró a Marito, y David Tomás Sosa, quien inicialmente apareció en la causa como un testigo de identidad reservada, están detenidos. Pero las acusaciones contra ellos no terminaban de esclarecer el hecho y no pudieron avanzar en la investigación ni dar con sus cómplices hasta estos días pasados.
“La Justicia de Santiago del Estero nunca ha tomado con seriedad la investigación. Un año y medio caminé por todos lados. Gracias a la gente, a los que estaban dispuestos a ayudar, se pudo lograr esta detención. Si no fuera por eso, estaría encajonada la causa. No es fácil de sobrellevar, soy una persona pobre, me han dejado solo desde el principio. Ningún gobierno, ni funcionarios, ni la Justicia me han acompañado en todo esto”, lamentó Mario.
El pasado 28 de noviembre realizaron la 80° marcha en Quimilí para seguir exigiendo el esclarecimiento del caso. Y prevén otra para el 17 de diciembre en la capital de Santiago del Estero.
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