(HO) Con el galardón, otorgado en la categoría ‘Libertad religiosa’, se reconoce la labor del sacerdote catalán por «su defensa de la libertad religiosa y de conciencia frente al acoso laicista y a los furibundos ataques que ha recibido».
En declaraciones concedidas a HazteOir.org con motivo de la concesión del #PremioHO, el padre Custodio Ballester ha asegurado que los que promueven ataques laicistas «sueñan en retomar la misma revolución. Aunque ahora no necesitan matar (tampoco parece que les importaría a tenor de su grito de guerra ‘Arderéis como en el 36’), tienen métodos conductistas de una eficacia estremecedora».
El padre Custodio ha sido, durante casi tres décadas, párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción en la localidad barcelonesa de L’Hospitalet de Llobregat. Por predicar la doctrina católica sobre la homosexualidad en una homilía fue objeto de un expediente sancionador abierto por la Dirección General de Igualdad- Área para la Igualdad de trato y no discriminación de personas LGBT de la Generalidad de Cataluña y de una investigación de la Fiscalía de Delitos de Odio.
El padre Custodio ha explicado a HazteOir.org lo que sintió cuando fue acosado por la Generalidad de Cataluña: «Lo viví como un paso más en la persecución ideológica contra la Iglesia. Como un intento de amordazar a la Iglesia para que renuncie de facto a su doctrina cuando choca con la ideología oficial de la Unión Europea. La ideología de género como signo de progreso, y la tradicional de la Iglesia como signo de atraso», ha detallado.
El sacerdote galardonado por HazteOir.org también es conocido por presidir procesiones de Semana Santa en las que el Cristo de la Buena Muerte es acompañado por caballeros legionarios. Esta actividad le ha valido enfrentamientos con la alcaldesa de L’Hospitalet de LLobregat, Núria Marín, y su homóloga de Barcelona, Ada Colau. Ésta última prohibió la procesión la pasada Semana Santa en la que iba a desfilar la Legión.
Al conocer la concesión del Premio HO 2017, el sacerdote catalán ha mostrado su agradecimiento con estas palabras: «El que la organización que más está haciendo en España por la defensa de nuestros valores reconozca los esfuerzos de un cura, que intenta esforzarse en proclamar un Evangelio que tantos intentan mutilar a gusto de los enemigos de la Iglesia, me reconforta y me da esperanza en la victoria. La del Evangelio en España, y la de España en España».
Por su parte, el presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, explica la concesión del #PremioHO 2017 en la categoría ‘Libertad religiosa’ en estos términos: «Es un reconocimiento al padre Custodio, quien ha estado en primera línea frente al acoso laicista y ha sufrido los furibundos ataques de los ideólogos de género y sus cómplices. Por esta razón, merece un homenaje público», detalla. «No es de extrañar que Ada Colau, la alcaldesa de L’Hospitalet y la Generalidad de Cataluña y en general el ‘establishment’, además de los radicales y violentos, hayan señalado a este cura valiente como un enemigo a batir».
La entrega de los #PremiosHO 2017 se llevará a cabo durante una cena de gala el próximo 2 de diciembre en Madrid en la que serán galardonadas, además del padre Custodio, otras personalidades españolas y extranjeras que luchan por valores fundamentales desafiando a menudo lo políticamente correcto.
Más de una década de los #PremiosHO
La asociación HazteOir.org lleva más de una década premiando anualmente a personalidades españolas y extranjeras que promueven y defienden la vida, la familia y las libertades. La XIV edición de los #PremiosHO refleja la consolidación de este acontecimiento que ha alcanzado ya gran relevancia nacional e internacional.
Además de al padre Custodio la asociación HazteOir.org ha premiado a la Policía Nacional, a la Guardia Civil, a la escritora Alicia Rubio, que ha denunciado la ideología de género, a la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez, a la cofundadora de la asociación francesa Homovox, Nathalie Williencourt, que reúne a homosexuales defensores de la familia natural, al periodista Hermann Tertsch y al viñetista José María Nieto.
Entrevista al P. Custodio Ballester
¿Cómo vivió el expediente disciplinario que la Generalidad le abrió con motivo de su homilía del 24 de junio cuando dijo que «la homosexualidad es un pecado gravísimo»?
Lo viví como un paso más en la persecución ideológica contra la Iglesia. Como un intento de amordazar a la Iglesia para que renuncie de facto a su doctrina cuando choca con la ideología oficial de la Unión Europea. La ideología de género como signo de progreso, y la tradicional de la Iglesia como signo de atraso.
¿Existe, hoy en día, libertad religiosa en España?
¡Ni de lejos! Lo que sí existe es un alto nivel de libertad formal (la que nos ha permitido mantener las marchas pro vida de los días 25 todos los meses). En eso han sido exquisitos. Pero no a título de libertad religiosa, sino a título de libertad cívica (con independencia de cuál fuese el contenido de esas manifestaciones). Desde el momento en que el Estado ha incorporado su propia ideología y la afianza constantemente mediante la legislación, no podemos hablar de libertad religiosa, sino de dictadura del pensamiento único.
¿Defendemos los españoles suficientemente nuestros valores?
¡En absoluto! Los llevábamos tan incorporados, que ya ni nos dábamos cuenta de que eran unos grandes valores. Nadábamos en ellos como el pez en el agua. Sólo nos hemos enterado cuando el Estado y las fuerzas ideológicas en que éste se sostiene, nos los cambiaron. Nos los infiltraron desde las leyes hasta los medios de comunicación y hasta la escuela: unos valores diametralmente opuestos a los valores cristianos. Nos los birlaron sin que cayéramos en la cuenta. Y cuando nos enteramos era ya demasiado tarde; porque nos dejaron desarmados.
¿Qué opinión le merece la llegada de la ideología de género a las aulas?
Tremendísimo, desnaturalizado, una perversión absoluta. Es la corrupción de menores institucionalizada. Hace diez años años nadie se hubiese atrevido a predecir semejante aberración. Y resulta que ahí la tenemos. Pero como el terreno estaba muy bien preparado, no ha reaccionado nadie. La sociedad (Iglesia incluida) está como anestesiada, embobada, sin darse cuenta de la que se le viene encima. Es que ni siquiera se han esperado a ir gradualmente: han metido ya en la escuela el conflicto totalmente artificial de la identidad sexual, y están ya sacrificando un gran número de niños a la perversión de cambiarles de sexo con cualquier pretexto. Están empeñados en destruir la división natural de los sexos desde la misma escuela, sin que les importe el número de niños que tengan que sacrificar. ¡No tienen conciencia! ¡Y son los que nos gobiernan!
¿Es fácil ser cristiano en España? ¿Y en Cataluña?
Es sumamente difícil ser cristiano pero por una razón básica: hemos sido cristianos por defecto, porque en principio no había otra opción. Y ésa fue la manera más floja de ser cristianos. Ha sido muy fácil descabalgar a los españoles de esa flojera tan pronto como ha aparecido otra propuesta tan asimilable a la religión, que la política está trufada de desertores de la Iglesia. Los mismos que han contribuido a ofrecer a sus fieles ‘otra perspectiva religiosa’: exactamente la política. Pero en Cataluña la cosa es más grave, porque el nacionalismo tiene unas fuertes connotaciones religiosas (ahora están en la salvación y la liberación por la independencia). Por eso son muchísimos los clérigos que han abrazado esa otra fe. Y ahí lo tenemos: la fe nacionalista ha desplazado la fe católica: empezando tantas veces en los pastores.
¿Qué opina de los ataques laicistas que están ocurriendo en España en los últimos años?
Llamarlos ‘laicistas’ es una benigna concesión del lenguaje. Al fin y al cabo, laico es simplemente el que no forma parte del clero; no el anticlerical ni el antirreligioso. Lo que ocurre es que se ha puesto en marcha un afán revanchista respecto no a la guerra civil (eso es para despistar), sino respecto a la revolución anticatólica que después de años de ejercicio y de muchos miles de muertos, se truncó con la guerra civil. Lo que hay es añoranza de esa revolución en los herederos de los que ya la hicieron del 31 al 39 con diversas intensidades. Sueñan en retomar la misma revolución. Aunque ahora no necesitan matar (tampoco parece que les importaría a tenor de su grito de guerra ‘Arderéis como en el 36’); tienen métodos conductistas de una eficacia estremecedora.
¿Cómo se puede acabar con ellos?
El primer paso es movilizarnos para que no acaben ellos con nosotros. Y a continuación nos corresponde rearmarnos doctrinalmente, que andamos muy flojos, con una tremenda inclinación a acomodarnos doctrinalmente en el campo del enemigo. Y una vez armados con el escudo de una FE trabajada a conciencia, atrevernos a salir: en primer lugar, a las universidades. Sin miedo, porque si nuestro mensaje es atractivo, nunca le faltarán adeptos. Y ya desde ahí a los otros niveles de enseñanza y a los medios. De abajo arriba, no desde la jerarquía, los concordatos y los enjuagues con los políticos, que está visto que eso sólo sirve para adormecernos y sobornarnos. No es necesario que vayamos contra ellos. La solución es hacernos nosotros más fuertes.
¿Cómo vive la situación política de Cataluña?
Pues mire, a pesar de todo con enorme esperanza. Me llamó la atención un artículo del inglés Catholic Herald sobre la situación de Cataluña titulado: «El mundo no necesita otra república atea». Me sorprendió que desde el otro lado del océano se hayan dado cuenta de una realidad que casi nadie quiere afrontar: La ‘república catalana’ nace bajo el marchamo de la antireligión, el aborto libre y la ideología de género… y no admitirá discrepancias.
Por otro lado, el empeño en independizarse ahora, sin reunir las mínimas condiciones y provocando mucho más mal que bien a la población que dicen querer liberar, ha despertado a un gigante enorme. Bondadoso, pero gigante. España está en Cataluña, claro que sí, con una fuerza que ni los más audaces soñadores se hubieran atrevido a sospechar nunca. De la noche a la mañana, Cataluña ha aparecido llena de españoles que exhiben su bandera con orgullo. Tantos, que hasta podrían ser más que los que presumen de ser ellos solos los catalanes y los que tienen derechos en esta tierra. A partir de este fenómeno, la política ya no será la misma. La inercia empujará a los políticos a seguir haciendo lo que hacían. Pero ahora ha aparecido un nuevo actor al que no defiende ningún partido político; antes bien, todos porfían a ver quién es el que más le quita y más le engaña. Y este nuevo actor de la política catalana, ha venido para quedarse. Los políticos caerán uno tras otro. Pero la España que se ha levantado en Cataluña, está ahí para quedarse y para iniciar desde ahí la necesaria reconquista de España.
¿Cree que hay tantos independentistas o que las cifras se exageran?
En este momento ya no importa cuántos son los independentistas. No importa para nada; porque todo es relativo: cuántos independentistas, frente a cuántos españoles. Y resulta que los españoles no habían comparecido a dar la batalla. Ahora sí. Y el número de españoles no parará de crecer. Y lo hará en la medida en que venzamos a los políticos. No a los del bando independentista, sino a los de nuestro bando. Que con amigos así, no hay enemigo temible. Y no lo son los independentistas, que han empezado ya su declive inexorable. Pasará con Cataluña lo mismo que pasó con Quebec en el último referéndum: se pusieron las cuentas boca arriba, se fueron las empresas, se empobreció la provincia… Ya no tiene fuerzas para más intentonas. El camino de Cataluña es exactamente el mismo. Pero para eso es imprescindible que los españoles venzamos a nuestros políticos. Vencerlos, no convencerlos; que eso es imposible.
¿Qué le parece haber sido galardonado con el #PremioHO 2017?
Bueno, como ustedes bien saben, ahí estoy dando el callo según mi más leal entender de sacerdote católico y de patriota español, que no ha de ser incompatible. Y en eso, saben ustedes muy bien que como sacerdote estoy con el Señor resucitado, vencedor del pecado y de la muerte, que es lo esencial, y como patriota español me siento arropado y reconfortado. El que la organización que más está haciendo en España por la defensa de nuestros valores reconozca los esfuerzos de un cura, que intenta esforzarse en proclamar un Evangelio que tantos intentan mutilar a gusto de los enemigos de la Iglesia, me reconforta y me da esperanza en la victoria. La del Evangelio en España, y la de España en España.
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