(La Fede Quotidiana/InfoCatólica) El cardenal, que fue presidente de la Conferencia Episcopal en Letonia y uno de los firmantes de la Declaración de fidelidad a la doctrina de la iglesia sobre el matrimonio, ha concedido una entrevista a Bruno Volpe.
Su Eminencia, ¿qué piensa del debate sobre Amoris Laetitia?
«Mire, estoy aquí en Riga como párroco adjunto en una parroquia. Por lo tanto estoy un poco lejos y no he profundizado todo el texto, pero escucho y estoy informado. Soy optimista y creo que poco a poco, las cosas volverán a su lugar. Todos tenemos que dialogar, incluso el Papa. Una cosa parece clara».
¿Cuál?
«La mentalidad que subyace en el texto es demasiado liberal. Hoy noto un cierto relajamiento en la moral católica y especialmente sobre los valores que se han llamado principios no negociables».
¿Puede darse la comunión a los que viven en un estado more uxorio o a los divorciados en nueva unión civil?
«No es posible, porque no están en estado de gracia. Estas personas, con quienes por supuesto hay el deber de atención pastoral, no pueden hacer la comunión sacramental. De hecho ellos no están casados legítimamente y por lo tanto están en pecado mortal. Todo esto forma parte de la doctrina de los sacramentos. La excepción es sólo posible in articulo mortis».
Tal vez le digan que ud. es demasiado estricto...
«¿Qué significa esto? La enseñanza de la Iglesia no cambia y nadie tiene permitido hacer esto. Todo está escrito en el Evangelio y debe ser aceptado. ¿Qué vamos a discutir?».
Existe un documento de corrección filial sobre Amoris Laetitia...
«Mi idea es que hoy en día, por el bien de la iglesia y del pueblo de Dios, es necesario una aclaración, conforme a los dictados del Evangelio y del Magisterio constante de la Iglesia. La claridad doctrinal nunca debe dar miedo a nadie. En todo caso, sí hace daño la incertidumbre combinada con la ambigüedad, la confusión. Se debe tener el valor de hablar el lenguaje de la verdad sin temor o sin querer nunca complacer al mundo, porque poco a poco corremos el riesgo de caer en graves errores. Es preciso reafirmar siempre la doctrina sobre la familia y el matrimonio».
Los obispos de Polonia han señalado que Amors Laetitia debe leerse en continuidad con la enseñanza de San Juan Pablo II
«Mi idea es que la doctrina de San Juan Pablo II es pura y recta. No puede cambiar o ser cambiada. Como le decía, es inmutable y pienso que es oportuna una aclaración».
Traducción para Infocatolica M. Virginia O. de Gristelli
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