(InfoCatólica) El R. P. Remigio Vilariño Ugarte, sacerdote jesuita, en su célebre obra «Puntos de Catecismo», en el tomo I y en la página nº 11 dice: «porque los que le confiesan como Dios, y siguen en general su doctrina (se refiere a Nuestro Señor Jesucristo), pero no reconocen la autoridad de su Vicario el Papa, como los cismáticos, no son católicos, ni verdaderamente cristianos».
Martín Lutero reconoce que al fundar la herejía protestante echó por la borda la moral y la piedad que él mismo adquirió y ejerció en la Iglesia Católica.
«Verdaderamente, Lutero, dijeron de él, fue en extremo vicioso. El mismo Calvino escribió: ¡Pluguiese a Dios que se hubiera cuidado de refrenar la intemperancia que trasciende de toda su persona! ¡Pluguiese a Dios que se hubiera parado un poco a reconocer sus vicios!».
Entre los mismos reformadores protestantes había ya división:
Erasmo de Rotterdam, dijo de él: «Lutero empieza a perder las simpatías de sus discípulos hasta el punto que muchos de ellos le tratan de hereje, y afirman que despojado del espíritu del Evangelio, ha sido abandonado a los delirios del espíritu humano»
El mismo Zwinglio dijo de Lutero: «Ved cómo se esfuerza Satanás por apoderarse por completo de este hombre. No es raro el verle contradecirse de una página a otra. Al verle entre los suyos le creeríais poseído de una falange de demonios»
El historiador Alberto Bárcena, en esta explicación de 50 minutos, analiza y desmonta punto por punto la herejía luterana.
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