(AsiaNews/InfoCatólica) Desde el 1° de febrero, entraron en vigor los nuevos reglamentos para las actividades religiosas, publicadas en octubre pasado. Ellos prevén un control estricto de todas las comunidades oficiales y multas, arrestos y expropiaciones para los miembros de las comunidades no oficiales. Entre las primeras víctimas de este endurecimiento son los jóvenes.
Fuentes de AsiaNews confirman que desde el 1° de febrero, la Oficina de Asuntos religiosos y el Departamento del Frente unido han iniciado a llamar a las parroquias católicas para poner en claro que desde ahora en adelante no se podrán realizar campos (primaverales o estivales) donde reunir a los jóvenes para algunos días de vacaciones y de espiritualidad. Los nuevos reglamentos de hecho imponen que los encuentros religiosos se pueden efectuar solo en lugares registrados y bajo el control del Estado. El estar en tiendas, o en el espacio libre o en cualquier hotel barato y tener encuentros con misas junto a los jóvenes será considerada como una «actividad religiosa ilegal». La urgencia de la orden llega también por la llegada de las largas vacaciones en ocasión del Fin de Año chino, que comenzará el 16 de febrero.
Diversos sacerdotes de Shanxi, de Mongolia interna y de otras partes de China han ya recibido esta advertencia. Algunas parroquias recibieron la carta de la Oficina de Asuntos religiosos.
Los nuevos reglamentos imponen también que «los grupos no religiosos, las escuelas no confesionales, los sitios de actividad no religiosas no deben efectuar formación religiosa», como también las «academias no religiosas… no deben tener actividades religiosas» (Art. 41). Para seguir estas indicaciones, ya desde hace diversos años, no solo con los nuevos reglamentos, las universidades y las escuelas prohíben las celebraciones de Navidad, aún solo las fiestas navideñas, las decoraciones y los augurios natalicios en nombre de la «identidad cultural china», pero permitiendo-por ejemplo- la difusión del fútbol.
Un hecho que ya fue realizado entre los musulmanes chinos es la prohibición a los jóvenes por debajo de los 18 años frecuentar la mezquita. Entre los cristianos esta prohibición es menos observada. Pero el pasado agosto, al menos 100 comunidades protestantes han recibido la orden de no llevar más a sus hijos a participar en las ceremonias religiosas ni al catecismo.
Tratar de frenar la fe en los jóvenes parece ser el intento más urgente para el Partido. Según una estadística de hace algunos años, más del 60% de los estudiantes universitarios chinos de Beijing y Shanghai desean conocer al cristianismo. El despertar religioso en China parece ahora incontrolable.
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