(NCR/InfoCatólica) El P. Schembri, doctor en derecho canónico por la Gregoriana de Roma, es profesor del departamento de Pastoral, Teología, Liturgia y Derecho Canònico de la Universidad de Malta. Además es defensor del vínculo y promotor de justicia en la archidiócesis de Malta, de la que también es asistente de su departamento doctrinal. Por lo tanto, es un presbítero de absoluta confianza del arzobispo, Mons. Scicluna, a quien el papa Francisco ha puesto al frente de la crisis por abusos sexuales en la Iglesia.
En el programa de televisión de Peppi Azzopardi el Padre Schembri, aseguró no solo que «una persona gay creada por Dios, no necesita para cambiar» sino que en realidad se estaría haciendo daño «si no se aceptara a sí misma como homosexual».
Además afirmó que una «relación de amor sincera» entre homosexuales es tan «buena» como una relación de «amor entre parejas heterosexuales». Y razonó así su tesis: «Donde está el amor, allí está Dios»,
El sacerdote insistió en que el amor homosexual es simplemente una «variante» creada por Dios.
Además rechazó las terapias que buscan ayudar a los homosexuales que no están conformes con su orientación sexual a revertir su tendencia y recordó que el arzobispo Scicluna también había hablado en contra de esas terapias, lo cual es cierto porque así lo hizo en 2015 y 2016.
Muchos fieles han reaccionado escandalizados ante las palabras del sacerdote y han enviado multitud de quejas a la archidiócesis de Malta.
El médico y político maltés Herman Farrugia escribió una carta abierta en Facebook acusando al padre Schembri de cometer «cinco errores doctrinales».
En declaraciones al National Catholic Register (NCR), Farrugia denunció que las palabras del sacerdote, que justifican las relaciones sexuales entre homosexuales, han causado amargura en grandes sectores de la población católica maltesa. Además indicó que la entrevista había supuesto un triundo del lobby LGTBI.
Ni el arzobispo Scicluna ni el P. Schembri respondieron a las preguntas del NCR. De hecho, Mons. Scicluna no ha desautorizado en ninguna instancia las palabras del P. Schembri.
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