(LSN/InfoCatólica) Los médicos de la Clínica Tavistock de Leeds, que está autorizada por el Servicio Nacional de Salud para tratar con menores de edad con disforia de género, recomendaron que se administrara bloqueadores de la pubertad al niño para retrasar su desarrollo físico porque creía que era una mujer.
Por temor a los efectos de los medicamentos, sus padres dejaron de llevarlo a la clínica después de llegar a la conclusión de que su decisión de comenzar la transición a «mujer» estaba relacionada con su autismo.
Según el Daily Mail, una vez que el niño informó a las autoridades escolares que sus padres le habían prohibido seguir adelante con sus planes, un maestro les dijo que deberían aceptar sus deseos o llevarían al menor a un hogar de acogida.
Además, las autoridades escolares acusaron a los padres de «abusar emocionalmente» del niño por rechazar su cambio de sexo, y les denunciaron a los servicios sociales.
Seis meses después, los trabajadores sociales decidieron que el joven podía sufrir un «daño importante» al vivir con sus padres y lo incluyeron en un plan de protección infantil. Un amigo de la familia se comprometió a vivir en el hogar familiar para que las autoridades pusieran fin al plan de protección.
La madre dijo al Daily Mail que la terrible experiencia casi «rompió» su familia:
«Estoy absolutamente devastada. Cuando leí el informe que los servicios sociales escribieron sobre nosotros y vi las palabras 'abuso emocional', acabé de desmoronarme»
La madre dijo que ella y su esposo querían que su hijo pensara en sus acciones, preocupados de que una vez se sometiera a una cirugía de cambio de sexo, luego pudiera llegar a la conclusión de que había cometido un error.
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