(Aica) El ataque ocurrió en la noche del viernes, exactamente a la altura del kilómetro 8, camino a Huichahue. Al lugar llegaron cuatro compañías de Bomberos de la zona para atender la emergencia.
La Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) confirmó que hubo intencionalidad en el inicio de las llamas, e indicaron que la capilla fue atacada con bombas molotov, las cuales fueron lanzadas desde un vehículo en movimiento.
Al respecto, el obispo de Villarrica, monseñor Francisco Javier Stegmeier, expresó su apoyo al párroco y a la comunidad afectada.
«Con profundo dolor vemos, una vez más, que una de nuestras capillas ha sido quemada, el templo de la Comunidad San Andrés. Mi afecto y mi apoyo están con la comunidad que ha sufrido esta afrenta», manifestó.
«Este hecho que, además de motivarnos a rezar de manera intensa por la paz en la región, tiene que hacernos reflexionar el porqué de esta violencia irracional y qué caminos hemos de transitar todos como sociedad para dar solución a la crítica situación que estamos viviendo», manifestó el prelado en su mensaje.
Monseñor Stegmeier pidió a su comunidad diocesana «ser capaces de traer la paz a la región, asumiendo cada uno de nosotros un papel activo y decisivo en la construcción de puentes y oportunidades con los que menos tienen, con quienes se sienten marginados, con quienes piensan que en la violencia está la solución a sus demandas sin saber -quizás- que es la violencia la que deslegitima sus aspiraciones y dificulta las soluciones».
El obispo de Villarrica concluye exhortando «a seguir orando, con más intensidad, por todos los que sufren esta inútil y creciente violencia, así como por los que equivocadamente buscan soluciones a través de la destrucción y del terror y también por las autoridades responsables del bien común».
Por su parte, la Asociación para la Paz y Reconciliación en La Araucanía (APRA), a través de redes sociales, reiteraron que el incendio se trató de un atentado terrorista.
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