(ACI/InfoCatólica) El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) alentó al diálogo para que se restablezca el normal funcionamiento de la sede central de la Universidad Católica de Asunción (UCA) que ha sido tomada hace unos días por estudiantes de esa casa de estudios.
La crisis se originó luego que el 14 de julio de 2017 se produjera la desvinculación laboral de José Antonio Galeano, quien fue decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas y director del Conservatorio de Música de la UCA.
En rechazo a la decisión, algunos estudiantes tomaron la sede central el pasado 1 de agosto y exigieron la reincorporación de Galeano. El 10 de agosto varias organizaciones estudiantiles de la UCA rechazaron la acción y pidieron el levantamiento de la medida.
Galeano explicó al programa «Algo Anda Mal» de Canal 13 Paraguay, que él solicitó su jubilación correspondida por derecho y se asesoró con abogados que le aseguraron que no tendría ninguna repercusión académica ya que el puesto fue designado por la CEP y «se convertía en cargo de confianza y eso debía cumplirse durante el tiempo que estaba previsto, es decir, del 2015 al 2019».
Galeano explicó que el 14 de julio el rector de la universidad, P. Narciso Velázquez, le comunicó que los «beneficios de la jubilación implicaba también mi desvinculación de la institución y en consecuencia debía dejar no solo mis cátedras sino también mi cargo de decano».
Al respecto, la CEP emitió una declaración el 8 de agosto, para exhortar a «todos los convocados a la mesa de diálogo propuesta por el Consejo de Gobierno de la Universidad» con el fin de «restablecer cuanto antes las actividades normales en dicha sede, evitando más daños a terceras personas».
«Luego de escuchar a las partes afectadas, queremos reafirmar nuestro convencimiento que la actuación del Rectorado ha estado ajustada a las normativas estatutarias de la Universidad Católica así como a las normas laborales y reglamentarias establecidas para el efecto», precisaron los Obispos.
«Reafirmamos la autonomía universitaria de la UCA, con su identidad y su misión eclesial, al igual que otras universidades con su autonomía. Queremos que todos entiendan que la UCA se rige por las normas de la Iglesia Católica».
«Confiamos que los representantes de los distintos estamentos tienen en sí mismos la capacidad de ser los intermediarios que puedan conversar y zanjar la crisis. Les motivamos en ese sentido a que, poniendo los intereses del conjunto de la Universidad en primer lugar, busquen y propicien las alternativas de solución al conflicto suscitado».
«Los Obispos comprometemos nuestras oraciones para que a través del diálogo sincero se abogue por la paz y la concordia entre todos los estamentos de la Universidad Católica», concluyó la misiva.
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