Autoridades que investigan una secta paramilitar cristiana por abuso sexual infantil señalaron que están indagando si el grupo localizado en Nuevo México (EE.UU.) introdujo a los niños ilegalmente en el país. Según informa Associated Press, ex miembros del grupo dijeron que los líderes los mantuvieron a ellos y a los niños viviendo en “esclavitud” en el complejo de la secta.
Delitos con menores de edad
Tony Mace, sheriff del condado de Cibola, comentó el pasado 23 de agosto que los investigadores encontraron numerosos niños durante una redada que se efectuó el día 20 en los Cuerpos Armados de Entrenamiento Agresivo para Misiones de Cristiandad, (Aggressive Christianity Missions Training Corps) en Fence Lake, que se ubica en un lugar remoto.
Se desconoce de dónde exactamente vinieron los niños porque, al parecer, la secta impidió que los miembros notificaran los nacimientos a los oficiales estatales, según dijo Mace. Un ex integrante de la secta dijo que el grupo trajo ilegalmente a Estados Unidos por lo menos a un niño de una de sus misiones en el extranjero, que de acuerdo a su web opera en África, India y Filipinas.
“Los niños fueron entrenados para evitar hablar con las autoridades y ocultarse de ellas”, comentó Mace. Durante la redada, las autoridades arrestaron a tres miembros de la secta en relación con la investigación sobre el abuso infantil y el abuso sexual de menores.Arrestos y acusaciones
Un ex miembro del grupo fue arrestado en Truth or Consequences (localidad de Nuevo México). Una de las líderes de la secta, Deborah Green, fue arrestada por cargos que incluyeron el no haber informado del nacimiento, abuso infantil y penetración sexual de un menor.
Peter Green, también conocido como Mike Brandon, enfrenta 100 cargos de penetración sexual criminal contra una menor, ya que se sospecha la violación de una niña “por lo menos cuatro veces a la semana” desde que tenía 7 años, de acuerdo con los documentos del Tribunal.
Joshua Green, hijo de los fundadores de la secta, Deborah y James Green, fue acusado de no notificar un nacimiento. Stacey Miller enfrenta un cargo de abuso intencional de menores de 12 a 18 años, soborno de un testigo y por no haber notificado un nacimiento.
En un comunicado, el grupo catalogó los alegatos como “totalmente falsos”. “No sabemos quiénes son todos los acusadores, aunque las acusaciones son sólo repeticiones de antiguas mentiras que han sido investigadas y han demostrado ser ataques maliciosos en contra de un ministerio legítimo”, dice el comunicado.
Cómo se hizo la investigación
La redada siguió a una investigación de dos años de la secta por parte de la Oficina del Sheriff del Condado de Cibola en relación con la muerte de Enoch Miller, de 12 años, hijo de Stacey Miller, en 2014.
Mace comentó que los ayudantes del sheriff llegaron por sorpresa al complejo de la secta en Fence Lake durante los servicios religiosos para asegurarse de que arrestarían a todos los miembros del grupo de una sola vez. Dijo que las autoridades estaban preocupadas de que miembros armados del grupo trataran de bloquear los arrestos.
El sheriff comentó que se encontraron armas y silenciadores que entregaron a la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos. Ex integrantes del grupo dijeron que se sintieron aliviados al enterarse de los arrestos. Manifestaron que los líderes de la secta abusaron físicamente de miembros adultos y niños y los forzaron a trabajar en condiciones de esclavitud.
Comportamiento de la secta
“Era esclavitud”, comentó Julie Gudiño, de 50 años, integrante de la secta entre 1984 y 2004. “Deborah Green me comentó que ‘Dios estaba enojado conmigo’ y me hizo sacar la maleza, mover piedras y hacer todo tipo de trabajo físico como castigo”.
Gudiño comentó que Green retuvo a su hijo de 8 años y amenazó con dañarlo si ella no terminaba sus tareas y posteriormente se enteró de que los miembros de la secta habían abusado físicamente del niño. “Me pegaron en la cabeza con una tabla”, dijo. “Me provocaron un corte”, agregó.
La ex seguidora Maura Alana Schmierer comentó que fue forzada a vivir en un cobertizo sin baño y con poca comida. Eventualmente escapó y demandó exitosamente a la secta en California antes de que los líderes reubicaran sus instalaciones en Nuevo México.
“Me da gusto saber que Deborah Green está en la cárcel, que es donde debe estar”, comentó Carla Dechant Behr, cuyo hermano, Chris Dechant, fue un miembro de la secta que murió en el complejo en 2013. “Todo lo que han hecho es desbaratar familias y provocar dolor”.
La organización se describe a sí misma como “agresivos y revolucionarios por Jesús” y ofrecen un “paquete gratuito de municiones espirituales a cualquier persona que les escriba”. Las fotografías en la web del grupo muestran a miembros vestidos con ropa de estilo militar y en misiones en África.
El sitio está lleno de lenguaje antisemítico e insultos contra los homosexuales y el matrimonio entre personas del mismo sexo, provocando que el Centro Legal de Pobreza en el Sur incluyera a los Cuerpos de Entrenamiento Agresivo para Misiones de Cristiandad como un grupo racista.
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