(VATICAN NEWS) La crisis en Venezuela no da tregua a la población. Se estima que 3,4 millones de personas han salido del país en los últimos años, de los cuales, aproximadamente 2,7 millones han emigrado a Estados vecinos como Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Brasil o Argentina.
Colombia es uno de los países más afectados por el incremento de esta migración, pero no cuenta con las capacidades ni los recursos para responder en solitario a las necesidades humanitarias que este flujo migratorio entraña. Por ello, Cáritas y la Iglesia intentan atender a las miles de personas que cruzan la frontera todos los días, ya sea en su camino hacia otras regiones colombianas y otros países, o para conseguir alimentos y medicinas.
Asimismo, las personas que están saliendo de Venezuela en los últimos meses son las más pobres y vulnerables, quienes no tienen alternativa ante la situación desesperada que enfrentan. Son familias con niños y bebés, mujeres embarazadas y personas mayores. Emprenden un viaje sin saber lo que les espera, por lo cual las Cáritas parroquiales de Venezuela y Colombia (apoyadas por Cáritas Española) tratan de ayudarles todos los días.
Las principales tareas son proporcionar el alojamiento y la alimentación a través de albergues y comedores donde se acoge y atiende a estas personas.
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