(InfoCatólica) El párroco de la catedral anunció ayer que habían logrado salvar lo más importante de la Catedral incendiada:
«Hemos podido salvar los santos sacramentos». P. Frédéric, párroco de #Notre_Dame, citado por Nicolas Delesalle (Paris Match). Tan pocas palabras, tantísimo significado: «Hemos podido salvar los santos sacramentos». Tantum ergo Sacramentum,
— Ignacio Uría (@Ignacio_Uria) April 15, 2019
Venerémur cernui. #Paris pic.twitter.com/JSLEf750nR
Mientras los franceses rezaban en los alrededores de la Catedral, el capellán de los bomberos entró dentro para salvar las Hostias consagradas así cómo la Corona de Espinas y otras reliquias:
The chaplain of the firefighters of Paris went into the cathedral of #NotreDame to save the Crown of Thorns and the Blessed Sacrament. #NotreDameFire https://t.co/drsQ6mNPvI
— Jeanne Smits (@SmitsJeanne) April 15, 2019
Los bomberos acompañaron a su capellán en el exitoso intento:
👏🏼 Se confirma que los @PompiersParis han acompañado al sacerdote Fréderic, para rescatar al Santísimo Sacramento de las llamas del fuego, junto con las demás reliquias.#Gracias #PrayforNotreDame #DeoGratias #Paris #Francia pic.twitter.com/krnteLtTjJ
— Arguments (@Arguments) April 15, 2019
Obras valiosas
Estas son las obras de arte religioso más valiosas de la Catedral de Notre Dame. Todavía se desconoce cuántas han podido sobrevivir al incendio. Listado ofrecido por Infobae.
Piedad, de Nicolas Coustou
En la cabecera de la catedral, hay un monumento que descolla. Se llama Piedad —o El Descendimiento de la cruz— y es una escultura realizada por Nicolas Coustou en el siglo XVIII.
El órgano, de Aristide Cavaillé-Coll
Un instrumento es una obra de arte en sí misma. No sólo hace arte, también lo es. En la Catedral de Notre Dame hay un órgano principal que verdaderamente es imponente. Lo hizo Aristide Cavaillé-Coll —considerado uno de los fabricantes de órganos más destacados del siglo XIX, por combinar ciencia y estética—, posee una caja adornada con autómatas. Además, la plaza de organista titular de Notre Dame es uno de los más altos honores a los que puede aspirar un músico. Ese lugar fue ocupado, por ejemplo, por Louis Vierne entre 1900 y 1937.
La Virgen de París
Casi dos metros mide esta enorme escultura de la Virgen María y el Niño Jesús. A esta estatua se la conoce como Virgen de París y es la más conocida de las treinta y siete representaciones de la Virgen que alberga la catedral. Esculpida a mediados del siglo XIV, proviene de la Capilla de Saint Aignan en el antiguo Claustro de los Cañones de la isla de la Cité.
Les Grand Mays
Grandes pinturas acompañadas por poemas en honor a la Virgen. Eso es lo que se ve dentro de la Catedral. Pertenecen a una serie: Les Grand Mays. En un principio, se realizó un total de 66 cuadros. Muchos fueron incautados en 1793 aunque se logró que varios regresaran. Hoy en día, alrededor de cincuenta de estas pinturas aún permanecen en Notre Dame. Solo trece están en exhibición pública. Entre ellas, El Descenso del Espíritu Santo (1634) de Jacques Blanchard, y San Pedro curando al enfermo con su sombra (1635) y La conversión de San Pablo (1637) de Laurent de la Hyre.
Rosetón Sur
El rosetón es una ventana. En la Catedral de Notre Dame hay varias y, según varios especialistas, son una de las más grandes obras maestras del cristianismo. El Rosetón Sur, diseñado por Jean de Chelles y Pierre de Montreuil, se construyó en 1260 como un contrapunto a la ventana norte, o Rosetón Norte, de 1250.
Santo Tomás de Aquino, de Antoine Nicolas
La fecha no es exacta pero esta pintura, titulada Santo Tomás de Aquino, data del año 1648. Se atribuye al pintor Antoine Nicolas. No se sabe para quién fue realizada esta imagen. Pertenecía a la comunidad de los dominicos de Saint-Maur-des-Faussés, que se estableció en Langres en 1621. Llegó al convento de la Anunciación del Faubourg Saint-Honoré alrededor de 1950 y finalmente fue donada a la Catedral de Notre Dame en 1974, con motivo del séptimo centenario de la muerte de Santo Tomás.
El Bellos Dios, de Adolphe-Victor Geoffroy-Dechaume
De pie en el muelle del portal del Juicio Final, una de las obras más notables de Adolphe-Victor Geoffroy-Dechaume se erige imponente. Es El Bello Dios de Notre Dame realizado en el siglo XIX por Adolphe-Victor Geoffroy-Dechaume. Se trata de un Cristo humanizado muchas veces realizado en distintas épocas.
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