(AsiaNews) Una escuela es atacada en Maharashtra porque los docentes fueron acusados de «conversiones forzadas», otra escuela fue incendiada en Manipur por haber suspendido a estudiantes indisciplinados. Son los últimos 2 incidentes contra las escuelas cristianas en India, a menudo blanco de intimidaciones y agresiones por parte de los radicales hindúes. Los ataques confirman un clima de persecución contra los institutos dirigidos por la minoría religiosa.
Ayer durante la noche fue incendiada la St. Joseph Higher Secondary School en Sugnu, en el distrito de Chandel. Lo denuncia a AsiaNews el p. Félix Anthony, vocero de la Iglesia católica del nordeste de India. Se trata de la segunda escuela católica más antigua del Estado de Manipur, construida hace 55 años para permitir a la población pobre tribal, sobre todo a los Kuki y Anal, poder estudiar. En el incendio se perdieron todos los registros y documentos escolares. En el instituto están inscriptos 1.400 alumnos.
La causa del ataque parte de una medida disciplinaria adoptado contra 6 estudiantes el pasado 19 de abril. Ellos habían difundido en las redes sociales un video en el cual insultaban a un docente durante el horario de lecciones y a la escuela. Descubierta la filmación, la dirección suspendió a los alumnos por un mes. Delante de este hecho, un padre de una de las estudiantes suspendidas, que es un líder político del distrito, incitó al grupo estudiantil Kuki Student Union contra la escuela, pidiendo la revocación de la suspensión. Frente a la respuesta negativa, ayer por la noche aplicaron el fuego a la escuela. El P. Jacob Chapao, director de la Manipur Catholic Youth Organisation, condena el incidente: «Este bárbaro acto vandálico contra un instituto escolar es contra la humanidad».
Algunos días antes, el 23 de abril, la Christ Primary School en el distrito de Palghar (Maharashtra) fue atacada por la facción radical hindú Antarrashtriya Hindu Parishad, afiliada a la Vishwa Hindu Parishad (grupo paramilitar de la extrema derecha nacionalista). Los criminales han roto los vidrios de las aulas y colocaron afuera de la escuela un cartel que invitaba a los padres a no enviar a sus hijos a clase. La furia de ellos se desencadenó por falsas acusaciones de conversión al cristianismo contra 14 docentes.
Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), protesta: «Es alarmante. La facción sostiene los ideales del Hindutva (supremacía de la religión hindú, ndr). No es la primera vez que una escuela es atacada. La minoría cristiana es vulnerable y sufre intimidaciones por parte de la mayoría. India es un país laico y la libertad religiosa está garantizada por la Constitución».
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