(El Periódico/InfoCatólica) La moción de urgencia, presentada por Podemos-Equo, ha salido adelante con el voto favorable de todos los grupos municipales, excepto Vox, que se ha opuesto.
El juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Zaragoza estimó este miércoles un recurso de la asociación Abogados Cristianos y consideró «contrario a derecho» que se coloque la bandera arcoiris en el balcón del Ayuntamiento, al entender que vulnera la neutralidad institucional.
Azcón, alcalde del Partido Popular, ha expresado que cree que hay que recurrir en apelación esta sentencia porque hay argumentos jurídicos para ello y porque hay que defender los derechos de las personas LGTBI.
En todo caso, ante la posibilidad de que el recurso no prospere, ha recalcado que habrá que acatar la resolución judicial, «nos guste o no nos guste», y, en ese caso, pensar cómo hacer de cara al 28 de junio, día del Orgullo, para llamar la atención todavía más que con una pancarta o bandera en el balcón consistorial.
En defensa de la iniciativa, el portavoz municipal de Podemos, Fernando Rivarés, ha sostenido que la sentencia es una «manifestación brutal de homofobia» a consecuencia de un recurso «homófobo» presentado por una asociación «homófoba», en referencia a Abogados Cristianos.
Asimismo, ha recordado que, pese a la avanzada legislación española, en la práctica todavía sigue habiendo homofobia en muchos niveles.
Rivarés ha defendido la necesidad de recurrir, incluso aunque no se gane, para demostrar compromiso con el colectivo LGTBI y porque, de lo contrario, parecería que se comparte la sentencia.
La socialista María Ángeles Ortiz ha apoyado que se recurra la resolución del juzgado de primera instancia y se ha mostrado a favor de todos los símbolos porque «hay cuestiones que las administraciones públicas no pueden dejar de hacer».
En representación del equipo de gobierno, la concejala de Igualdad, María Antoñanzas (Cs), ha recordado que el recurso de Abogados Cristianos ya estaba encima de la mesa el año pasado y se puso igualmente la pancarta «por convicción», pero serán los servicios jurídicos municipales los que deberán decidir.
Desde ZeC, Luisa Broto ha considerado que la sentencia no es casual sino un síntoma de cómo «las tendencias negacionistas» que promueve la ultraderecha están «inoculándose» en la ciudad, normalizando situaciones de negación de derechos, algo que el Ayuntamiento no puede permitir.
Ha calificado como «chocante» que la resolución judicial recurra a la neutralidad para prohibir las enseñas del colectivo LGTBI y ha preguntado si una administración pública puede ser «neutral» en la defensa de los valores de igualdad, equidad o en el respeto a la diversidad.
Frente a ellos, el portavoz de Vox, Julio Calvo, ha subrayado que en su partido están a favor de la libertad, la igualdad y la diversidad, pero ha rechazado que se hable de derechos LGTBI por ser un «término antijurídico» y ha instado a dejar los temas de identidad sexual fuera del debate jurídico ya que cree que están ya «superados» y hay cuestiones más importantes.
Previamente, han intervenido representantes de las asociaciones LGTBI Towanda, Somos y Cierzo, que han defendido la importancia de hacer visible la diversidad desde lo público.
Han recordado que hay gente «asesinada o agredida todos los días» porque «durante siglos se ha construido una historia en la que unas vidas importan y otras no o no lo suficiente».
«Ahora es el balcón del Ayuntamiento, mañana pueden ser las banderolas de una exposición o el cartel de cualquier acto institucional», han remarcado, a la vez que han instado a PP y Cs a que «elijan».
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