Hoy concluye la 38ª Asamblea General del CELAM celebrada virtualmente

(Aica/InfoCatólica) Monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo (Venezuela) y coordinador del Consejo del centro de programas pastorales y redes, presentó un balance de los dos años de trabajo emprendidos desde el mandato de Tegucigalpa.

El prelado venezolano ofreció pistas para el camino a seguir, en vista del cambio de perspectiva pastoral pedido por la Asamblea de Tegucigalpa, desde una respuesta a la realidad, en clave de sinodalidad, que haga «idear otra estructura pastoral más adecuada». El fundamento se encuentra en la fuerza renovadora del Concilio Vaticano II y la dinámica es ser seguidores de Jesucristo.

Monseñor Azuaje mostró los pasos dados para definir el ser y quehacer del Celam, así como los cuatro ámbitos inspiradores de la reforma: opción misionera, servicio a la vida, no ser autorreferencial, una configuración sinodal.

Junto con eso, son una referencia los cuatro sueños del papa Francisco en ‘Querida Amazonía’. En esa renovación pastoral, cobran un papel destacado los Centros Pastorales y sus Consejos, así como los Ejes Pastorales, cada uno de los cuales responden a una especificidad temática.

Para esa acción pastoral de los Centros del Celam se proponen horizontes específicos, que faciliten «el paso de una pastoral de conservación a una pastoral de itinerarios misioneros para animar una iglesia sinodal en salida».

Monseñor Azuaje reseñó algunas especificaciones pastorales: una Pastoral de Comunión y participación para la misión, una pastoral con un eje central de contenido, una Pastoral Misionera, una Pastoral de procesos, una Pastoral con significado en su lenguaje, una Pastoral que evangelice lo social y una Pastoral animada por la sinodalidad.

Cuatro nuevos Centros

Todo esto se está concretando en los nuevos cuatro centros del Celam, que fueron presentados a los participantes de la asamblea. En todos ellos están presentes no solo obispos, también sacerdotes, religiosas, laicos y laicas, algo que el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga ve como expresión de la Santísima Trinidad, que es comunidad, mostrando que «somos miembros del Pueblo de Dios, que tenemos igual dignidad, aunque distintos ministerios».

En su condición de coordinador del Centro de Gestión del Conocimiento, el purpurado hondureño decía que «nuestra misión es reunir el conocimiento, experto y sencillo, en la lógica de los cuatro sueños de Francisco».

Este centro se divide en dos áreas de trabajo: un Observatorio Socio Antropológico Pastoral y un área de Conocimiento Compartido. Se ha hecho referencia a una plataforma que puede ayudar en el trabajo de las redes pastorales, y de los procesos formativos y comunicacionales que se desarrollan a los otros tres centros, de manera articulada.

Formación que une la teoría y la práctica

Al presentar el Centro Bíblico, Teológico, Pastoral para América Latina y el Caribe (Cebitepal), con una trayectoria de 45 años al servicio de la formación en el continente, monseñor Paulo Cezar Costa, destacó que se trata de «una experiencia intereclesial a partir de todas las vocaciones que conforman el Pueblo de Dios», que tiene como fundamento el Concilio Vaticano II y el Magisterio del papa Francisco.

En este proceso de renovación del Cebitepal fueron presentados algunos compromisos, que tienen como base el mandato de Tegucigalpa y busca un trabajo formativo en comunión, con una propuesta de formación «que una la teoría y la práctica en un único dinamismo acorde al misterio de Encarnación». Todo eso se concreta en un buen número de actividades que se están llevando a cabo.

Trabajo de articulación en red

El Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral, cuyo consejo es coordinado por monseñor José Luis Azuaje, está queriendo llevar a cabo un trabajo de articulación, una experiencia que está siendo vivida en los últimos años en la Iglesia latinoamericana a través de las diferentes redes existentes y las que poco a poco van naciendo. En ese sentido, se está llevando a cabo una reflexión que ayude a avanzar en el camino de la articulación tanto en el ámbito continental como local. Todo ello queriendo continuar dando pasos que hagan avanzar en los itinerarios del discipulado misionero.

Comunicar para la transformación de la realidad

En el ámbito comunicativo, el proceso de renovación pretende ayudar «a comunicar para la transformación de la realidad y la incidencia latinoamericana y caribeña», en palabras del coordinador del consejo de este centro, monseñor Juan Carlos Cárdenas, que insistía en «comunicar para el posicionamiento profético del Celam y para tender puentes de solidaridad entre nuestros pueblos». Se está potenciando «el servicio que el Celam podrá ofrecer a las conferencias episcopales, en sinergia con los equipos de comunicación de cada uno de los países», destacaba el prelado.

En cuanto a los pasos concretos citaba el fortalecimiento del servicio informativo de Prensa Celam y la creación del boletín ADN Celam, así como el redimensionamiento de la Editorial Celam. Algo en lo que se pretende avanzar es «lograr que nuestros servicios estén disponibles, cada vez más, en español, portugués, inglés y francés», finalizaba monseñor Cárdenas, que pedía el aporte de todos para «seguir configurando este ecosistema comunicativo al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia».

Sinodalidad como desafío

Las presentaciones abrieron el debate entre los presentes, buscando cómo concretar los pasos a ser dados en este proceso de Renovación y Reestructuración del Celam.

Diferentes voces, especialmente los presidentes de las conferencias episcopales, fueron mostrando su postura, como representantes de sus hermanos obispos.

Siguiendo el mandato de Tegucigalpa, el presidente del Celam, monseñor Miguel Cabrejos, insistía en que el desafío es la sinodalidad. Las actividades de este segundo día se encerraban con la explicación del proceso de votación, en busca de garantizar lo prescrito por los estatutos del organismo.

Trabajo en transversalidad

Durante la rueda de prensa celebrada al final de los trabajos, el arzobispo de San Pablo, cardenal Odilo Pedro Scherer, destacó los ejemplos de transversalidad, así como el interés que está despertando en los diferentes dicasterios de la Curia Romana, la Secretaría de Estado y la Secretaría del Sínodo para los Obispos, con quienes se produjeron encuentros positivos, según el arzobispo.

Según el purpurado brasileño, muchos miran a América Latina con mucha esperanza, destacando la importancia de Aparecida como foco de propuestas para toda la Iglesia, y de la renovación del Celam como algo que puede dar esperanza a la Iglesia en otros continentes.

Más de lo mismo

Todo este proceso implica que el Celam sigue inmerso en una experiencia vital consistente en repetir lo mismo año tras año, década tras década, usando una terminología que no tiene prácticamente nada que ver con el verdadero anuncio del evangelio más allá de ciertas referencias nominalistas. Mientras tanto, el protestantismo evangélico sigue creciendo entre la población indígena y no indígena. Algo que, sin duda, no puede dar esperanza alguna a la Iglesia en ningún continente.

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