(Forum Libertas/InfoCatolica) El próximo sábado 11 de noviembre, a partir de las 11 horas, tendrá lugar la misa en que serán beatificados 60 mártires de la familia vicenciana, y que presidirá el cardenal Angelo Amato.
14 son varones laicos, miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa; dos son Hijas de la Caridad y el resto 40 religiosos (24 sacerdotes paúles, 14 hermanos de la misma Congregación de la Misión y 2 novicios), más cinco sacerdotes de la diócesis de Cartagena. Entre ellos se encuentra el que pasa a ser primer mártir de la Guerra Civil (no el primero víctima de la Revolución Española, pues hay de momento 13 asesinados en 1934), el novicio egabrense de 21 años Vicente Cecilia Gallardo, que fue asesinado el 19 de julio de 1936.
La mayoría (39) murió en Madrid (uno en Aravaca, otro en Boadilla, dos en Canillas, tres en Hortaleza, 15 en la capital, 10 en Paracuellos de Jarama y siete en Vallecas. En la provincia de Murcia fueron martirizados 12: siete en Cartagena, tres en Totana, uno en Archena y otro en Jumilla. El resto lo fueron en las de Barcelona (cinco), Valencia (tres) y Gerona (uno).
Su edad media era de casi 48 años, el de mayor edad tenía 77 (el hermano Saturnino Tobar) y el más tardíamete asesinado lo fue el 28 de mayo de 1937 (el padre Luis Berenguer, en Barcelona). Con ellos, el número total de mártires del siglo XX en España elevados a los altares asciende a 1.875.
Por otra parte, dos de los mártires del siglo XX en España fueron asesinados el 5 de noviembre de 1936: una laica valenciana y un hospitalario al que sus compañeros del Hospital Militar de Carabanchel tendieron una trampa: le invitaron a tomar un café para que saliera y así matarlo.
María del Carmen Viel Ferrando, suecana de 42 años, Colaboró intensamente en la fundación en Sueca de la Acción Católica, la Congregación de la Doctrina Cristiana y en la creación de un Colegio de Religiosas, dedicado a la enseñanza de niños pobres. Previamente, fue una de las fundadoras de la obra Intereses Católicos, precursora de la Acción Católica, y trabajó para dar vida a un Sindicato Laboral de Corte y Confección.
A instancias de María Lázaro, Rosalía Roglá y Manuel Pérez Arnal, promotores del Sindicato de la Aguja, fue a Barcelona,para estudiar allí más libremente la Obra Social. Escribió a la provincial de las Hijas de María Auxiliadora hasta conseguir que fueran a Sueca para educar a las jóvenes obreras.
Durante la guerra, se trasladó a Valencia, donde la denunció una mujer a quien ella había favorecido mucho. Detenida en la checa de la calle del Grabador Esteve, el 2 de noviembre de 1936, no perdió la serenidad y en las primeras horas del 5 de noviembre fue fusilada en El Saler. Fue beatificada en 2001.
Juan Antonio Burró Más, de 22 años, hermano profeso de la orden hospitalaria de los hermanos de San Juan de Dios (hospitalarios) de Ciempozuelos, huérfano de madre, junto a un hermano suyo fue criado en el Asilo de San Juan de Dios de Barcelona. Profesó en Ciempozuelos en 1933. Hizo el servicio militar en Sanidad, en la Clínica psiquiátrica militar de Ciempozuelos, el Hospital militar de Carabanchel y el Hospital número 1 de Madrid. Sus jefes lo apreciaban por su laboriosidad, cualidades y excelente conducta, pero algunos compañeros extremistas descubrieron que era religioso y decidieron acabar con él tras el comienzo de la guerra. Él, al saberlo, manifestó no tener miedo y estar dispuesto a dar la vida por causa de la religión. Aunque solía rechazar la invitación de salir del hospital para tomar café con los compañeros, el 5 de noviembre la aceptó. Una vez fuera del hospital fue arrestado y fusilado. Murió dando vivas a Cristo Rey y a España. Fue beatificado en 1992.
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