(CNA/InfoCatólica) Un curso anual de exorcismo ofrecido a los sacerdotes en Roma tiene como objetivo abrir el diálogo sobre qué grado de influencia demoníaca puede existir en el uso de la pornografía.
«La sexualidad humana en sí misma es un bien, pero cuando la usas mal, estás creando daño para ti y para los demás, especialmente si se trata de niños», dijo el padre. Pedro Barrajon LC dijo a periodistas el 16 de abril.
Hablando del uso generalizado de la pornografía en la sociedad moderna, dijo que creía que los organizadores del curso querían discutir «este fenómeno cultural moderno de un mal que daña a las personas», no ignorar el papel de la responsabilidad personal, sino explorar si existe influencia demoníaca en el uso de la pornografía, y en qué medida.
Lo mismo ocurre con la adicción a las drogas, el culto y el culto satánico, y también se aplica a la pedofilia y la pornografía infantil, que se abordarán en el último día completo del curso, dijo.
«¿Proviene solo de causas humanas, psicológicas, familiares, sociales o culturales, o hay más?», Dijo, agregando que el curso apunta a «abrir un espacio para ver si existe la posibilidad de mostrar influencia del diablo».
Barrajon habló con los periodistas el primer día del decimotercer curso anual sobre exorcismo y oración de liberación, ofrecido por la Pontificia Universidad Regina Apostolorum (APRA) y el Grupo de Investigación e Información Socio-Religiosa (GRIS).
Del 16 al 21 de abril, el curso explorará el tema del exorcismo y las oraciones de liberación desde diferentes puntos de vista, incluyendo perspectivas teológicas, antropológicas, canónicas, litúrgicas, psicológicas, sociales y criminales.
Entre otras cosas, tocará magia, cultos y adoración satánica, y cómo diferenciar la posesión de la enfermedad psicológica. El curso de este año también explorará la creciente práctica de la brujería en África, el aumento de las creencias de la Nueva Era en España y la presencia de cultos en toda América Latina.
Testimonios de personas liberadas
El curso también contará con testimonios de exorcistas y personas que han sido liberadas de la posesión demoníaca. El último día se enfocará principalmente en los aspectos criminales del exorcismo y la actividad demoníaca, específicamente la pedofilia y la pornografía, así como el discernimiento y las escrituras de los Padres del Desierto.
En su discurso de introducción, el p. José Enrique Oyarzun, LC, profesor en la Universidad Regina Apostolorum, dijo que a menudo hay una «gran confusión» con respecto al diablo, con muchas personas que creen que no existe.
Este es un error peligroso, advirtió, citando la nueva exhortación apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco, que dice: «es precisamente la convicción de que este poder maligno está presente en medio de nosotros que nos permite comprender cómo el mal puede tener a veces tan mucha fuerza destructiva».
Continuando citando el documento, Oyarzun dijo que el diablo «está presente en las primeras páginas de las Escrituras, que terminan con la victoria de Dios sobre el diablo», y también está presente en la oración del Padre Nuestro, que termina con la frase «líbranos del mal».
«Esa palabra final no se refiere al mal en abstracto; una traducción más exacta sería “el maligno”. Indica que un ser personal nos ataca», dijo, y al concluir la cita, dijo: «no deberíamos pensar en el demonio como un mito, una representación, un símbolo, una forma de hablar o una idea. Este error nos llevaría a bajar la guardia, a descuidarnos y terminar siendo más vulnerables».
En comentarios a periodistas, el profesor Giuseppe Ferrari, quien moderó el panel de apertura del curso, lamentó el hecho de que muchos católicos, e incluso algunos sacerdotes no creen en el diablo. Esto es muy problemático, dijo, porque cuando uno deja de creer en el diablo, «uno corre el riesgo de creer en cualquier cosa, en las tonterías de este mundo».
En sus comentarios a los periodistas, Barrajon señaló que ha habido informes de un mayor número de exorcismos en los últimos años, pero advirtió en contra de poner demasiado peso en estos informes, porque hasta ahora, «no hay un estudio estadístico serio sobre la práctica del exorcismo».
Algunos países, como Italia, han tenido un mayor número de exorcismos en parte porque los obispos están designando a más exorcistas, y también porque la comunicación sobre quiénes son los exorcistas y cómo llegar a ellos ha mejorado, dijo.
Saber discernir si se trata de una posesión verdadera
También hizo hincapié en la importancia de saber discernir si alguien está verdaderamente poseído, o si tiene algún tipo de enfermedad psiquiátrica o psicológica.
«Por lo que he visto, la experiencia del exorcista cuenta mucho», dijo, explicando que muchos exorcistas experimentados pueden decir inmediatamente si una persona está experimentando posesión demoníaca o un problema psicológico.
Algunos indicios de posesión incluyen reacciones negativas a objetos o imágenes religiosas, una voz anormalmente profunda y contorsiones corporales. El escupir clavos, cristales y cuchillos que se ven en las películas también puede ocurrir durante los exorcismos, dijo, y es una «manifestación física del mal».
En una sesión de preguntas y respuestas durante la sesión de apertura, el cardenal albanés Ernest Simoni, exorcista líder en su diócesis antes de su arresto por el régimen comunista en la década de 1960, sugirió que la posesión demoníaca es más común de lo que mucha gente cree.
El cardenal también advirtió que las mentalidades culturales como el materialismo y el consumismo «destruyen la vida». Dijo que para permanecer cerca de Cristo y evitar al diablo, uno debe «orar sin cesar, orar sin interrupción».
Además de la asistencia regular a la Misa, dijo, «tenemos que ser castos, tenemos que ser fieles, tenemos que cumplir con las reglas y pautas de nuestra tradición ... a menos que te vuelvas como niños castos, puros, ganaste poder acceder al reino de Dios».
La respuesta final «no es lo que hago o pienso», dijo, pero «es Jesús quien vive en nosotros ... el amor infinito es lo que necesitamos».
«Cuando estés listo, cuando estés realmente listo para arrepentirte, serás redimido. No importa si lo dices 7 o 77 veces en un día, pero tienes que estar convencido, tienes que estar unido a tu oración».
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