(Asia News) La manifestación se llevó a cabo el 18 de abril frente a la catedral del Sagrado Corazón de Nueva Delhi, en colaboración con Signis India y la Comisión arquidiocesana para la juventud. Los prelados condenaron en voz alta los hechos de violencia que afectan a niñas y mujeres inocentes. Mons. William D’Souza, arzobispo de Patna, afirmó ante Matters India que «el único recurso seguro para [obtener] justicia es la oración».
En la iniciativa participaron 28 obispos junto a numerosos fieles. Quien encendió la primera vela fue Mons. Anil Couto, el arzobispo de Delhi. Para el obispo de Patna, «la situación de victimización de menores y de personas vulnerables hace que se torne imperativa la creación de un programa claro, que ayude a prevenir semejantes episodios en la India».
Las comunidades eclesiales protestantes también han clamado contra la brutal violencia ejercida sobre la pequeña Asifa, que fue sedada y abusada durante días por un grupo de hindúes en Kathua. Joseph D’Souza, moderador de la Iglesia del Buen Pastor de la India (cristianos evangélicos) dijo enfurecido: «Ya es tiempo de que la India reconozca que tiene un problema en cuanto al modo en que trata a las mujeres». En diálogo con Christian Today el pastor se queja de que «donde sea que surja un conflicto, las mujeres se convierten en el blanco más vulnerable. Cuando se comprueba que hay fundamentalismo religioso, y no hablo exclusivamente del [fundamentalismo] hindú, éste termina azotando a las mujeres». D’Souza se refiere al hecho de que Asifa Bano fue violada para vengarse de su padre, un miembro de la comunidad de los Gujjars, pastores nómades de religión musulmana que atravesaron la cadena del Himalaya para pastorear los rebaños de cabras y búfalos, provocando la ira de los habitantes. El líder evangélico admite que «no es necesario que estalle el conflicto: aún así, ellas son igualmente violadas y atacadas».
Hay un informe sobre la violencia contra los niños elaborado recientemente por Child Rights and You (Cry), que revela que en los últimos 10 años, los crímenes que involucran a menores se incrementaron un 500%, pasando de 18.967 casos registrados en 2006 a 106.958 casos en 2016. Según el National Crime Records Bureau (NCRB), en el 2016 los crímenes con niños como víctimas aumentaron un 14% en comparación con el año anterior, es decir, que cada 15 minutos se perpetró un hecho de violencia contra un niño. Los números no disminuyen cuando se trata de las mujeres: el NCRB informa 38.947 casos de violación registrados en 2016, cifra que muestra un aumento del 12% respecto al 2015 (34.651 denuncias), es decir, hubo 100 mujeres violadas por día.
Según el pastor D’Souza, para hallar una solución definitiva a esta cuestión de la violencia contra las mujeres, debiera empezarse por la educación. Además, sostiene que «es una desgracia que en la Iglesia india no haya una voz lo suficientemente fuerte que se alce para defender la igualdad de géneros. Todo esto es realmente negativo. Mientras la igualdad entre el hombre y la mujer siga sin enseñarse en la Iglesia, ésta nunca logrará esclarecer de dónde deriva el complejo problema de la cosificación de las mujeres».
Sobre el tema también intervino el Pbro. Frederick D’Souza, director de Caritas India, quien al dialogar con AsiaNews da a conocer una serie de iniciativas orientadas a ayudar a las mujeres que viven en las zonas rurales, y que apuntan a restituir su dignidad. «En Bihar –informa- estamos trabajando con las niñas dalit (sin casta), a quienes anteriormente se las llamaba ‘Mushahar’, es decir, comedores de topos. Según la tradición, la comunidad se veía obligada a alimentarse con ratas debido a la extrema pobreza en que vivían y a la discriminación que padecían». Para resolver el problema de la deserción escolar, Caritas ha puesto en marcha un proyecto de distribución de toallas sanitarias. «Las muchachas no van a la escuela porque hablar de la menstruación es un tabú», concluye, «por eso, también trabajamos con los padres y los invitamos a que manden a estudiar a sus hijas».
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