(Forum Libertas) Los escolapios publican una carta en la que piden a los hombres «ser feministas» ya que «mientras se mantenga la desigualdad entre hombres y mujeres no podemos hablar de auténtica democracia en el mundo»
Antes fue el marxismo como una moda ideológica que irradiaba parte del cristianismo y aparecieron teorías marxistas-cristianas de diversa índole, que proponían una fusión de la religión con las ideas del momento.
Ahora es el feminismo la ideología que no se puede obviar si alguien quiere dar la imagen de seguir las tendencias del momento. En ese sentido, también algunas congregaciones religiosas desorientadas.
Parte de la Iglesia desnortada y acomplejada
El símbolo de que hay una parte de la Iglesia que está desnortada y acomplejada es una carta que ha publicado la Escola Pía en la que se declara a favor del feminismo. Si el único ismo de los católicos era el cristianismo, ya no es así, también está el feminismo para algunos.
Con motivo de la reivindicación de la mujer de este 8 de marzo con razón de una huelga feminista laboral, las Escuelas Pías han hecho pública una carta dirigida a los «compañeros del género masculino».
En la misiva los escolapios piden a los hombres «ser feministas» ya que «mientras se mantenga la desigualdad entre hombres y mujeres no podemos hablar de auténtica democracia en el mundo. Así pues: todos, hombres y mujeres, deberíamos ser feministas».
Esta congregación alude veladamente al argumento de la sociedad patriarcal al afirmar que «los hombres lo tienen un poco más difícil», ya que «hay privilegios tan antiguos y tan arraigados que se vuelven invisibles para quienes los disfrutan».
Un «espejismo de igualdad»
En el texto se afirma que en nuestra sociedad, «a menudo vivimos en un «espejismo de igualdad» que nos altera la visión» y se propone «modificar […] la realidad».
«Eso, queridos compañeros hombres -prosigue la misica-, pide cambios en cada casa, en cada institución escolapia, en la Iglesia y en nuestra sociedad. Si compartiéramos realmente las tareas que implica el cuidado de las personas, el reparto del tiempo y de las energías sería más equitativo y nos permitiría a las mujeres hacer tambalear muchos estereotipos asociados al género. Necesitamos una mirada crítica para descubrir que se nos presupone un modo de ser y unos “roles” determinados y específicos a hombres y mujeres, roles en el ámbito familiar, roles en la sexualidad, roles en el mundo laboral … Hay tantas barreras invisibles!».
Finalmente, el texto reclama «un liderazgo “femenino”, ejercido por hombres y mujeres, que se dirija a mejorar y transformar el mundo hacia la igualdad y la justicia».
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