(Agencias/InfoCatólica) «En los últimos cuatro años, la salud reproductiva, incluido el derecho a elegir, ha estado bajo un ataque implacable y extremo. Estamos profundamente comprometidos a asegurar que todos tengan acceso a la atención, incluida la atención de salud reproductiva, independientemente de los ingresos, la raza, el código postal, el estado del seguro médico o su condición de inmigraante», dijo Biden a través de un comunicado de la Oficina de Prensa de la Casa Blanca que se atribuyó tanto a él como a la vicepresidenta Kamala Harris.
«La Administración Biden-Harris está comprometida a codificar (ndr:reforzarla legalmente) Roe v. Wade y nombrar jueces que respeten sentencias precedentes fundamentales como Roe» .
La declaración del presidente Joe Biden apoyando el aborto provocó una rápida reacción de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, cuyo presidente del comité pro-vida dijo en otro comunicado que ningún presidente de Estados Unidos debería defender la negación del derecho a la vida de los niños no nacidos.
«Instamos encarecidamente al presidente a que rechace el aborto y promueva la ayuda a la vida de las mujeres y las comunidades necesitadas», dijo el director del Comité de Actividades Pro-Vida de los obispos estadounidenses, Mons. Joseph Naumann, arzobispo de Kansas City (Kansas).
«Es profundamente preocupante y trágico que cualquier presidente alabe y se comprometa a codificar una sentencia del Tribunal Supremo que niega a los niños no nacidos su derecho humano y civil más básico, el derecho a la vida bajo el eufemístico disfraz de un servicio sanitario», dijo.
«Aprovecho esta oportunidad para recordar a todos los católicos que el Catecismo afirma: 'Desde el primer siglo la Iglesia ha afirmado la maldad moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado y permanece inalterable'», advirtió el arzobispo Naumann.
El prelado hizo hincapié en las responsabilidades de los políticos a la hora de rechazar el derecho al aborto.
«Los funcionarios públicos son responsables no sólo de sus creencias personales, sino también de los efectos de sus acciones públicas. La elevación del aborto a la categoría de derecho protegido por Roe y su eliminación de las restricciones estatales allanó el camino para la muerte violenta de más de 62 millones de niños inocentes no nacidos y para innumerables mujeres que experimentan el dolor de la pérdida, el abandono y la violencia»
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